Calamaro abandona entre abucheos un concierto tras defender la tauromaquia: «Tampoco la literatura es mayoritaria y no se queman libros»

P. V. LA VOZ

CULTURA

Andrés Calamaro
Andrés Calamaro Thomas Canet

El cantante argentino quiso aprovechar su actuación en la plaza de toros de Cali, en Colombia, para denunciar la prohibición de las corridas de toros en el país sudamericano

20 may 2025 . Actualizado a las 08:36 h.

Andrés Calamaro ha abandonado entre abucheos su concierto en la ciudad colombiana de Cali tras defender desde el escenario la tauromaquia. El artista argentino aprovechó que estaba en la plaza de toros de la localidad para criticar la decisión del gobierno colombiano de prohibir, en el plazo de tres años, las corridas de toros en todo el país. Calamaro hizo el alegato alegato en una parte instrumental de su tema más famoso, La flaca. «Quiero dedicar esta canción a todos los toreros, ganaderos, banderilleros y aficionados que se quedan sin trabajo porque votaron por esto: dejarlos en la calle», dijo.

Los abucheos y pitidos por parte del público desde el coso no se hicieron esperar. Y el artista bonaerense reaccionó con enfado. «Lo siento, están cancelados y bloqueados», les dijo a quienes manifestaban su desprecio a sus declaraciones. «Hasta nunca», dijo, y abandonó airado el escenario, para sorpresa de los músicos, que todavía interpretaban la parte instrumental de la canción.

Calamaro ya había adelantado a través de sus redes sociales que no se iba a quedar callado ante lo que considera una injusticia para los aficionados como él. Como texto que acompañaba a una foto de la plaza de toros de Cali todavía vacía en los momentos previos al recital, el artista prometió: «Corresponde pronunciarse condenando la arbitraria prohibición de las corridas de toros en Colombia, una debacle cultural y un crimen contra la libertad de expresión».

Así lo hizo. Aunque la reacción del público no fue la que él esperaba. Pasado el mal momento que lo llevó a abandonar la plataforma de forma abrupta, Calamaro volvió a las redes sociales para reafirmarse en su condena a la decisión contra la tauromaquia. «Yo solo lamenté estar en una plaza de toros sin toros, y soy solidario con la gente que se queda sin trabajo en el campo y en la plaza», se justificó.

Pero esa solo era la conclusión de un largo texto en el que empezó comparando el toreo con manifestaciones culturales como los libros o las películas. «Tampoco la literatura es mayoritaria y de momento no se queman libros y la bibiloteca sigue abierta», puso como ejemplo, «los cines claudicaron frente a las plataformas y la internet (sic) y no es algo que haya que celebrar». Y destacó que Colombia es «taurina como es musical, es tradicional, cultura, trabajo y libertad».

Calamaro defendió a los aficionados a la tauromaquia, a los que definió como «decentes y educados padres de familia», subrayando que no maltratan a los animales. «No soy torero ni asesino ni maltrato animales, pero sí que como animales a diario. La gastronomía tampoco es maltrato perverso, advierto», señaló, poniendo al mismo nivel la muerte de animales por alimentación que por deporte.

Criticó a los animalistas —o «las nazi animalistas», como las llamó en una parte de su texto—, que, en su opinión, «no saben hacer otra cosa que insultar y desear sangrientas consecuencias» para los aficionados a la tauromaquia. Los calificó también de cobardes. «En manada y apenas hilando dos palabras se atreven a todo, pero en persona no tienen dignidad para decirme nada».

En su largo alegato en su cuenta de Instagram, llegó a definir a los aficionados a la tauromaquia como una minoría casi perseguida. «Estamos en una época donde se respetan los derechos y las libertades de las minorías», destacó para pedir la misma consideración hacia los seguidores del toreo.

Calamaro está en plena gira en Latinoamérica y Europa. A España llegará dentro de un mes, con un tour que tendrá parada en el Palacio de Congresos de Santiago de Compostela el 25 de junio.