La factura de un bar por dos copas de tinto de verano a 13 euros que se vuelve viral: «Estamos na Porta do Sol de Madrid? Non, é A Quintana»

VIVIR SANTIAGO

Un vecino de Santiago compartió en uno de los grupos de redes más activos de la ciudad lo que pagó en una terraza con vistas a la Catedral. «Se da la casualidad que soy comercial de bebidas y sé de lo que hablo», defiende. Las reacciones a la publicación no se hicieron esperar.
22 may 2025 . Actualizado a las 08:56 h.Fue el ánimo de invitar a una reflexión lo que animó a un vecino de Santiago a publicar en un activo grupo de Facebook que une a gente de la ciudad la factura que pagó el pasado sábado 17 de mayo por tres consumiciones en la terraza de un bar de la praza de A Quintana. «Esa plaza no es un sitio adonde yo suela ir a tomar algo, pero coincidió que era un día muy bueno, soleado, y muchas terrazas del casco histórico compostelano estaban llenas. Pasamos por allí y dijimos: ''Venga, nos quedamos aquí''», comenta este vecino, aclarando que pidieron dos copas de tinto de verano y un Kas de naranja. «Cuando pagamos yo escuché 6,50, en vez de 16.50 euros, lo que me parecía muy barato… Entregué un billete de 20 euros y la sorpresa llegó al ver que en la vuelta se me devolvían 3,50 euros. Ahí fue cuando ya miramos la factura...», atestigua, razonando que entiende el plus de terraza, en el marco, además, de una plaza monumental como A Quintana, con vistas a la Catedral de Santiago, pero que, aún así le pareció una «exageración».
Tras compartir en las redes sociales la factura -con el mensaje: ''Estamos na Porta do Sol de Madrid? Non, é A Quintana''-, los comentarios fueron casi inmediatos, sumando ahora la publicación casi 100 reacciones, tanto de gente que opina que «disfrutar de una buena copa ante la Catedral es todo un lujo» o que reflexiona sobre si puede «pretender que te cobren precios ordinarios sentándote en una terraza como A Quintana» hasta de quien piensa «que no se trata de comparar, ni el sitio ni la consumición». «Sea donde sea eso que muestra es carísimo. Me parece perfecto que en A Quintana se cobre un poco más, pero esos precios son abusivos, aquí y en cualquier sitio», defiende esa misma usuaria, habiendo también quien medita sobre el precio, en general, de un combinado que se realiza con vino tinto y gaseosa.
«Se da la casualidad que yo trabajo como comercial de bebidas. Sé de lo que hablo y creo que pudimos pagar como un 300 % más», calcula el autor de la publicación, explicando que en un día de calor y «con tanta gente sentada», optó por no comentar nada en un bar en el que, eso sí, se pueden consultar todos los precios tanto en una carta situada en una ventana que da para la terraza como en cada mesa.
«Hasta el año pasado los precios que aparecían en las cartas eran los del interior, donde tenemos cinco mesas, aclarándose en una nota que a esas cifras había que añadir un euro más si se tomaban fuera, donde tenemos 32 mesas. Pero había mucha gente que no leía la nota y decidimos invertirlos. Los que aparecen ahora en la carta son los de terraza, explicándose que ese precio se disminuirá en un euro si se toma en el interior», explica Alejandro Pardo, el dueño del establecimiento de A Quintana.

«En el caso del tinto de verano, que hacemos con un vino Mencía, no se tocó este año el precio», añade, admitiendo que, «aunque barato no es», no considera que su «precio sea desorbitado». «Un Mencía en terraza cuesta cuatro euros», añade.
«En este local, además, hay que tener en cuenta muchos factores, como la renta del alquiler o que este es un negocio de temporada, lo que puede llevar a que algunos precios puedan parecer un poco más elevados que en otras zonas. A los gastos del establecimiento, se suma también que en verano llegamos a ser ocho personas en plantilla, con dos fijos durante todo el año», apunta Alejando Pardo, agradeciendo que mucha gente valorase en los comentarios de la publicación el conjunto de distintos factores. «Muy pocos clientes comentan los precios. A lo mejor uno de cada 200 clientes que pasan por esta terraza de A Quintana», asegura el joven hostelero. «Aquí se sientan muchos turistas, pero también tenemos muchos clientes de Santiago», valora.
Tras la publicación, ya convertida en viral, hacemos un barrido por distintos bares compostelanos para recoger el precio que cobran algunos por un tinto de verano en terraza. En la misma praza de A Quintana otro de los locales cobra la copa de ese combinado a 4 euros, sumándole un recargo de 0.50 euros por la terraza. En total, el coste sería de 4,5 euros.
A medida que uno se aleja de las cercanías de la Catedral el precio desciende. En la terraza del Barbantes, junto a la praza de Fonseca, el dueño, Serxio Otero, aclara que el precio, que en su caso es único sea en terraza o no, una copa de tinto de verano se sitúa sobre los 2,80 euros, apuntando aún así la necesidad de valorar que hoy en día en muchos establecimientos los tintos de verano «non se venden nunha copa convencional de viño, se non nunha maior, coma de gin-tonic».
Fuera de la zona monumental, es la Praza Roxa, en el Ensanche compostelano, otra zona popular de terrazas. El dueño de la cafetería Krystal aclara que, con la particularidad además de poder elegir entre varias tapas gratuitas, el precio de una copa de tinto de verano en terraza se situaría también sobre los 3 euros.
En A Nave de Vidán, en la zona sur de Santiago, el precio también único, sea o no en su terraza, por una copa de tinto de verano es de 2,85 euros.
En el bar Melide, en el barrio de San Lázaro, el precio del tinto de verano sería, en un vaso de 400 centilitros, a 3,50 euros.
«Siempre se deben mirar los precios»
Ramón García Seara, presidente de la Asociación Turismo e Hostalaría de Santiago, no entra a valorar el precio en cuestión del tinto de verano, pero sí reflexiona sobre una práctica no siempre común entre muchos clientes. «Siempre se debe tener en cuenta a la hora de sentarse en una terraza de un sitio algo más especial los precios que marcan en la carta. Mucha gente no los consulta hasta el final. Es obligatorio que estén a la vista y así podrían evitar equívocos», apunta, reflexionando también sobre dos factores que pueden influir hoy en día en precios más elevados.
«Hay que tener en cuenta las elevadas rentas de alquiler en muchas zonas del casco histórico compostelano y también el recargo de estar en terraza. En muchas ocasiones el precio no es más elevado por las vistas que se tengan sentado sino por la necesidad de contratar personal para atender a las mesas de fuera. En muchos bares eso puede suponer tener solo a dos camareros atendiendo en exterior. Todo eso contribuye a que los precios se vayan incrementando», sostiene.