Sting, demandado por sus compañeros de The Police, que le reclaman millones de libras en derechos de autor

La Voz REDACCIÓN

CULTURA

Sting, en el concierto de Castrelos en el año 2022
Sting, en el concierto de Castrelos en el año 2022 Xoán Carlos Gil

El guitarrista Andy Summers y el batería Stewart Copeland han presentado una demanda contra su excompañero por «daños y perjuicios sustanciales»

27 ago 2025 . Actualizado a las 13:17 h.

Solo siete años después de su nacimiento en Londres en 1977, y después de vender más de 75 millones de discos, The Police se disolvía en 1984 debido a las tensiones internas entre Sting (voz y bajo), Andy Summers (guitarra) y Stewart Copeland (batería). En 1983 habían publicado su quinto y último disco, Synchronicity, cuya grabación logró dinamitar definitivamente la relación personal y profesional entre los miembros del célebre trío. 

Every Breath You Take, uno de los temas de aquel trabajo, se convirtió en el sencillo más vendido de 1983 y el quinto más vendido de la década. Con los años, además, también fue su éxito más escuchado: según el tabloide británico The Sun, el tema reporta a Sting, compositor principal del grupo,  550.000 libras anuales —636.000 euros— en derechos de autor. Ocupa la  84.ª posición de la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos según la revista Rolling Stone.

Ahora, y según informa el citado medio, Copland y Summers han decidido demandar a su excompañero por «daños y perjuicios sustanciales», alegando que no recibieron crédito como coautores del tema ni derechos de autor. Punto que ha desmentido un portavoz de Sting, que niega que la demanda, registrada en un tribunal de Londres bajo la sección de «contratos y acuerdos comerciales generales», esté relacionada con esta canción. Pero Sting, con su nombre real, Gordon Matthew Sumner, y su firma, Magnetic Publishing Limited, aparecen como demandados. 

«Esto se venía gestando desde hacía tiempo. Los abogados intentaron repetidamente llegar a un acuerdo extrajudicial, pero llegaron a un punto muerto», ha asegurado una fuente en The Sun. «Andy y Stewart decidieron que no había otra alternativa que los tribunales y pulsaron el botón. Dicen que les deben millones en derechos perdidos».

Ni Summer si Copeland se han pronunciado públicamente sobre este último enfrentamiento. Tampoco lo ha hecho por ahora Sting.

Sting ha hablado en numerosas ocasiones sobre el origen de su mayor éxito. La inspiración le llegó mientras se alojaba en la residencia Goldeneye, en Jamaica, vivienda que anteriormente había pertenecido a Ian Fleming, el autor de la saga de libros de James Bond. Él estaba sufriendo lo que definió después como el colapso mental tras el fin de su primer matrimonio con la actriz Frances Tomesty. «Mi vida personal invadió la canción. Todo a mi alrededor se derrumbaba: mi matrimonio, mi banda, mi salud. creo que es una canción siniestra, porque trata sobre los celos y la posesión», declaró en la revista inglesa Melody Maker en 1983.

The Police obtuvo ocho nominaciones a los Grammy, de los que ganó cinco, incluyendo Mejor Interpretación Instrumental Rock por Reggatta De Blanc en 1981, junto con Mejor Interpretación Pop por un Dúo o Grupo con Voz por Every Breath You Take en y Mejor Interpretación Rock por un Dúo o Grupo con Voz por el álbum Synchronicity en 1984.  Every Little Thing She Does Is Magic, Roxanne, Don't Stand So Close to Me y Message in a Bottle son algunas de las canciones más reconocidas del trío británico. En los créditos de autoría de todas ellas aparece únicamente el nombre real de Sting: Gordon Matthew Sumner. 

A pesar de la ruptura dramática, la banda se volvió a reunir de manera muy puntual a lo largo de los años. La última vez, en la gira mundial que hicieron entre el 2007 y el 2008, con 151 conciertos por todo el mundo. En su última actuación hasta la fecha, en agosto del 2008 en Nueva York, Sting agradeció la paciencia demostrada a sus dos compañeros y «buenos amigos». «Después de 150 conciertos no sé cómo no nos hemos estrangulado; aunque eso no significa que no se me haya pasado por la cabeza», bromeó en sobre el escenario. Con los años, el británico se acabaría arrepintiendo de lo que definió como un «ejercicio de nostalgia». «No es un desprecio a la gente con la que estaba o a la forma en que se desarrollaron las cosas, es solo cómo lo vi al final, y seamos sinceros, no es así como quería recordarlo».