«Sirât», buenos padrinos, final asegurada

Miguel A. Fernández

CULTURA

Laxe, este miércoles, en el Festival de Cine de Santander.
Laxe, este miércoles, en el Festival de Cine de Santander. Nacho Cubero | Europa Press

18 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Se trata de engrosar la llamada shortlist, los quince títulos que a partir del 15 de diciembre intentarán seducir a los casi 10.000 miembros de la Academia de Hollywood, un magma heterogéneo en el que hay de todo y en el que, ahora mismo, ciento y pico son españoles. Se supone que estos estarán con Sirât y con Laxe, aparcando los resquemores de algunos hacia el nombre de Almodóvar, admirado allende nuestras fronteras y el primer gran padrino para el filme por cuanto es muy querido por las élites autorales y actorales estadounidenses.

Por aquí, más de 400.000 espectadores patrios pasaron ya por taquilla, que está muy bien, aunque la película reparte sus entusiasmos entre tirios y troyanos, pese a ser obra singular, hipnótica por momentos y con mucho cine dentro. Es la hora del pragmatismo y del todos a una. Puestos a jugar en clave de país, recordemos que la última en ganar el Óscar internacional fue Mar adentro en el 2004, rodada en su integridad en Galicia... ¿Y por qué no puede ser un gallego el que se lleve el galardón pese a rodar su obra más allá del Padornelo? El otro gran padrino para alcanzar la final es la potente distribuidora Neon, fundada en el 2017, con una cartera próxima al centenar de filmes, y que en el 2019 se hizo con el doblete del Óscar (mejor película y mejor cinta extranjera) por Parásitos, y en el 2024 triunfó con Anora.

Estar en la shortlist no parece misión imposible, y acompañar a las cuatro finalistas el 22 de enero debiera ser pan comido. Lo que ocurra hasta el 15 de marzo, en la lectura de la ganadora en el Dolby Theatre de Los Ángeles, será otro cuento, con permiso de la tunecina La voz de Hind (coproducida por Brad Pitt y Joaquin Phoenix, entre otros), esa desgarradora historia real de una niña palestina asesinada en Gaza por las aniquilantes huestes de Netanyahu.