Isabel Coixet inaugura la 70.ª Seminci y recupera su mejor versión con «Tres adioses»

miguel anxo fernández VALLADOLID / E. LA VOZ

CULTURA

La productora de raíces gallegas Sandra Hermida, el actor Francesco Carril y la directora Isabel Coixet, ayer en la Seminci, poco antes del pase de la película «Tres adioses».
La productora de raíces gallegas Sandra Hermida, el actor Francesco Carril y la directora Isabel Coixet, ayer en la Seminci, poco antes del pase de la película «Tres adioses». NACHO GALLEGO | EFE

La directora barcelonesa reverdece su tono dramático más auténtico en un filme protagonizado por Alba Rohrwacher y Elio Germano

24 oct 2025 . Actualizado a las 19:54 h.

Puede que sea un buen presagio la larga cola de espectadores que aguardaban a entrar en el pase matinal de Tres adioses, nuevo filme de Isabel Coixet. O lo que es lo mismo, hambre de buen cine en pantalla grande, su lugar natural y en una ciudad como Valladolid bien conectada e implicada con su festival, que no es poco. La prolífica directora y guionista barcelonesa, habitual en la Seminci, fue elegida para abrir la 70.ª edición (fuera de concurso) con esta coproducción hispano-italiana, con la que reverdece su mejor tono dramático, aquel de sus iniciáticas Mi vida sin mí (2003) y La vida secreta de las palabras (2005) que se dispersó en su trayectoria posterior en series, clips y películas que no dejaron huella. Cierto que atesora ocho premios Goya, una Espiga de honor y es la más viajada del cine español —rueda en inglés con frecuencia—. Aquí retoma su mejor versión, aunque no pueda (o no quiera) evitar algunos reparos, como la secuencia de cierre, sobreentendida y quizá innecesaria, pero que no interfiere en el resultado global y en esa buscada «carta de amor a la vida, imbuida de sensibilidad y ternura», según anota el certamen.

La película se estrenó en Toronto en septiembre y adapta la novela póstuma de tintes autobiográficos Tre ciotole. Rituali per un anno di crisi —en España publicada como Tres cuencos (Altamarea, 2025) y con prólogo de la propia Coixet—, de la escritora, bloguera, dramaturga y política italiana Michela Murgia (1972-2023), fallecida de un cáncer renal.

El filme tiene como protagonistas a Alba Rohrwacher, en el personaje de una profesora de secundaria, y Elio Germano, cocinero de éxito, que encarnan a Marta y Antonio, una pareja que vive en Roma y se separa después de una discusión aparentemente trivial. Es entonces cuando ella descubre que padece cáncer, y toma la decisión de vivir lo que no pudo o no valoró hasta ese momento. Coixet administra bien los resortes del drama, saca a Rohrwacher un registro con que devora la pantalla y atrapa al espectador. La película llegará a los cines el 6 de febrero.

Fue la de este viernes una jornada maratoniana para la crítica, con cinco filmes repartidos a lo largo de todo el día. Entre ellos estuvo la muy estimulante producción estadounidense The Mastermind (en España se estrena el próximo viernes), noveno largo de la directora Kelly Reichardt sobre un guion propio, que mantiene una curiosa línea autoral sin salirse del marcio indie y que apuesta por cuestionar desde dentro las estructuras del cine de género. Si en su filmografía tocó el drama, el thriller y el wéstern (en particular en las singulares Meek’s Cutoff y First Cow, del 2010 y el 2019), aquí llega el turno de las de atracos. Ambientada en 1970, en un barrio de Massachusets, cuando la guerra de Vietnam aún se mantiene en su apogeo y la juventud protesta en la calle, la película sigue a un carpintero en paro (Josh O'Connor) que cree ver la salida a sus problemas económicos y los de su familia planeando lo que considera un atraco perfecto. Así, decide robar varios cuadros del artista modernista Arthur Dove (1880-1946) en el museo local (el golpe es una chapuza muy bien filmada). Pero O’Connor, muy metido en su personaje, tendrá dificultades en ocultar lo robado y también con sus compinches, en parte unos cretinos. Con un humor cáustico y una ambientación muy cuidada, es uno de esos filmes llamados a perdurar por su empeño en alejarse del tópico.