Rosalía eleva a los cielos el escenario

Moisés Rodríguez VALENCIA /COLPISA

CULTURA

Kai Forsterling | EFE

La artista eligió «Reliquia» para abrir la gala de Los40 Music Awards, con una exhibición vocal que dejó mudas a las 18.000 almas que aguardaban su primera actuación en dos años en Valencia

08 nov 2025 . Actualizado a las 14:42 h.

Rosalía no decepciona. Decir que iba a elevar a los cielos el Roig Arena de Valencia, que este viernes centró todas las miradas del panorama musical nacional (y buena parte del internacional), era apostar a un valor seguro. Se sabía mucho antes de que la artista pisara la alfombra roja por la que accedió triunfante al recinto. Pero toda previsión se quedó corta. A pesar de que su nuevo trabajo, Lux, se publicó también el mismo día y lleva días circulando, la barcelonesa se superó, como en cada aparición.

Puede decirse que el estreno de Lux en directo en Valencia, el mismo día que su disco, ha sido un hito. Rosalía demostró que es mucho más que música: es transgresión y, ahora, también una experiencia mística. Jugó con todos los elementos audiovisuales para que su primera interpretación en público en dos años —para la que eligió el segundo tema del álbum, Reliquia— no quedase solo en una experiencia sonora. Tenía que sorprender y lo hizo. En pleno éxtasis, cuando el tema ya agonizaba, desde los cielos del Roig Arena llovieron partituras. Las notas, rendidas, a una intérprete que no solo encarna el concepto de ecléctico, sino que con su último trabajo lo ha elevado, además, a los altares.

Durante unos minutos, LOS40 Music Awards 2025 by Santander fue lo de menos. La alfombra roja seguía en marcha, pero ya daba igual quién pasara. Quien aún no mirara hacia la pista central del Roig Arena corrió por los pasillos del recinto para no perderse la actuación. La expectación se palpaba en el ambiente. Mientras, en el recinto de este evento, que acoge a la flor y nata de la música española actual cada año, una orquesta aguardaba desde hacía veinte minutos en el escenario. Desde los primeros acordes se dibujaron sobre el escenario, iluminadas, las llamativas cruces características de la iconografía del nuevo disco y Rosalía desplegó entonces su virtuosismo vocal para enmudecer a todos.

En esas cruces se proyectaron los mensajes de este segundo tema del disco. «Coge un trozo de mí, quédatelo pa' cuando no esté, seré tu reliquia», entonó ella con su canción para ofrecérselo a Valencia y a todo su público a lo largo de una actuación para la que no escatimó en detalles.

Público hechizado

El público respondió. Se vieron algunos móviles, como es habitual en esta era. Pero Rosalía logró hechizar durante los tres minutos que duró su aparición sobre el escenario del Roig Arena a las 18.000 almas que aguardaban su regreso a los escenarios a base de sacarle jugo a la música clásica de hace varios siglos y casarla con la electrónica que, justo en este tema, aporta uno de los miembros de Daft Punk que colabora con ella, Guy-Manuel de Homem-Christo. Muchos espectadores se olvidaron entonces de grabar para dejarse trasladar por la explosión que provocó la cantante. Ella sola sobre el escenario, con la orquesta como mero acompañamiento de una voz privilegiada que se ha ganado el derecho a hacer lo que quiera en cada trabajo. Hasta a homenajear a su Mediterráneo. Ese que aún llora por la dana valenciana de hace un año. «Somos delfines saltando, saliendo y entrando en el aro escarlata y brillante del tiempo en un solo momento...», cantó.

Los40 | EFE

Después de pronunciar estos últimos versos —sí, es poesía— de la canción, tanto la música como el público explotó. Rosalía dio los últimos pasos al frente, al borde del escenario, y dio todo lo que le quedaba dentro: «Mar eterno y bravo, la eterna canción». Entonces ya llovía. Un aguacero. Pero esta vez no era agua lo que caía del cielo. Eran esas notas musicales nacidas de la experiencia que esta artista única ofrece como el fruto de tres años de trabajo, con el que finalmente —como hace siempre— no deja indiferente a nadie. «Santa Rosalía por regalarnos este momento», proclamó El Gallo, entre los asistentes. «Eres una diosa, te adoramos», reiteró la valenciana Cristina Boscà.

«No estáis solos»

Después de su corta actuación, que precisamente abrió la gala de los premios y que dejó a los asistentes con la miel en los labios, Rosalía volvió a subir al escenario. Fue para recibir el premio Global Icon del año, el máximo galardón que otorga la organización en este evento. La artista aprovechó su breve discurso para mandar todo su cariño a la tierra que eligió para estrenar Lux, a la que llegó justo hace un año para bajar al barro con las víctimas de la dana y derrochar solidaridad auténtica. Y sus palabras se llevaron la mayor ovación de la noche: «¡Qué honor! Gracias, y gracias al público, que sin vosotros esto no sería posible. Quiero enviar todo mi apoyo a los afectados por la dana. Que sepáis que no estáis solos, seguimos a vuestro lado. Todo mi amor para vosotros».