Venció con una demostración de fuerza ante velocistas y favoritos.
06 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El español Alejandro Valverde mostró su fortaleza con un incontestable triunfo al esprint bajo el diluvio, por delante de todos los especialistas, en la tercera etapa disputada entre Burgos y Soria, de 157 kilómetros. En esta jornada el liderato pasó al tercer corredor consecutivo del US Postal. Esta vez el jersey oro pasó al luxemburgués Benoit Joachim. Valverde, de 24 años, considerado ya como la joya de la corona del ciclismo español, ganó sobrado en una clara demostración de fuerza que le coloca como aspirante número uno en la Vuelta. Su forma de ganar, arrancando en medio de un inmenso charco a falta de 100 metros de meta y con espacio suficiente para celebrar el éxito brazos en alto por delante de O'Grady, Menchov y Freire, fue propia de un ciclista especial, de un campeón. El director del Comunidad Valenciana-Kelme, Vicente Belda, le comentó antes de la etapa a su líder que el repecho situado a un kilómetro de la meta le venía de maravilla. Y Valverde se colocó en condiciones, con los grandes de las llegadas masivas, y se apuntó una jornada en principio designada para engordar las estadísticas de los esprínters. «Cuando todos íbamos al límite, a Valverde le sobraban las fuerzas», explicó el doble campeón mundial Óscar Freire. Todo un resumen de la actuación del vencedor. Valverde sumó 20 segundos de bonificación, lo que le sitúan décimo en la general a 45 segundos del líder Joachim y a sólo 7 del primer rival directo, el kazajo Vinokurov. El murciano consiguió su tercera victoria en la Vuelta (el año pasado ganó en Envalira y La Pandera). En su palmarés ya constan 28 triunfos, quince de ellos cosechados en esta temporada, en los que se incluyen las Vueltas a Valencia, Murcia y Burgos. Los favoritos al triunfo final entraron en el grupo delantero para evitar verse envueltos en posibles caídas masivas provocadas por la lluvia torrencial. La general ofreció el turno del jersey oro al luxemburgués Benoit Joachim, que se metió en la escapada buena del día y consiguió unas cuantos segundos de bonificación que le bastaron para desbancar a su compañero Max Van Heeswijk. Decepcionado porque Lance Armstrong no le llevó al Tour, Joachim al menos pudo aliviar su pena tras rematar una táctica preconcebida del equipo de Johan Bruyneel, que sigue manteniendo a sus hombres al frente de la general.