Que Marat Safin (Moscú, 1980) está de vuelta de casi todo a los 28 años lo demuestra una anécdota. En septiembre pasado se embarcó en una expedición para escalar parte del Cho Oyu, la sexta cumbre más alta del mundo. En plena cordillera del Himalaya se dio un respiro después de una temporada para olvidar. Por primera vez desde 1998, cerraba un año sin alcanzar una final.
Quizá en el Himalaya llegó su catarsis y se reencontró a sí mismo. Safin había iniciado una etapa de cambios poco antes, en julio, cuando se puso en manos del argentino Hernán Gumy como nuevo entrenador. «Estos últimos meses a veces han sido difíciles. Yo me entrenaba y me entrenaba, pero los resultados no llegaban. Ha sido necesario estar fuerte mentalmente», comentó ayer.
Tristes resultados en hierba
Este año, el mejor resultado del ruso formado en Valencia fueron los cuartos de final en Múnich. Y así llegó a Londres, como número 75 del mundo, después de caer en la segunda ronda de Queen's y con los cuartos de final como mejor resultado en la hierba de Londres.
«Ni siquiera he visto cómo está el cuadro. Cuando vi que me tocaba Djokovic pensé "vale, llegaré hasta la segunda ronda". Así que ahora lo tendré que volver a mirar», comentó ayer Safin. No tiene mal cuadro por delante, porque ocupa el camino que estaba destinado para el número tres mundial. Ahora se enfrentará con el italiano Andreas Seppi.
«Hacía mucho tiempo que no jugaba así», admitió Safin después del partido. En todo caso, si avanza en Wimbledon no se va a descubrir ahora a Safin. Número uno mundial en tres etapas entre el 2000 y el 2001, buen jugador de tierra y ganador de dos títulos del Grand Slam (el US Open del 2000 y el Open de Australia del 2005), la hierba nunca fue su fuerte. En los últimos meses ofreció su mejor rendimiento en la Copa Davis, que ya había levantado en dos ocasiones como pieza clave del equipo ruso (2002 y 2006); y cedió protagonismo a su hermana Dinara Safina, que alcanzó la final del último Roland Garros y ocupa el noveno puesto de la WTA.
El número dos de Nadal
El triunfo de Safin garantiza que Nadal termine Wimbledon como número dos mundial, ya que Djokovic defendía los puntos que había conseguido por alcanzar las semifinales de la pasada edición.