La ceremonia inaugural de la Copa Confederaciones, ensayo general del Mundial 2010, estuvo cargada de color, con la presencia de decenas de miles de espectadores que se unieron a la fiesta. Celebrada en en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, setecientos niños se pintaron con los colores de la enseña de Sudáfrica (rojo, amarillo, azul, verde y negro), antes de desplegarse en una gigantesca bandera y luego conformar el emblema de la competición.
Leyendas del jazz sudafricano como Hugh Masekela, Yvonne Chaka Chaka y Lebo M interpretaron temas al aire libre, acompañados por bailarines y otros artistas de todo el continente africano. En los discursos inaugurales el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, aseguró que el planeta fútbol «tiene confianza en Sudáfrica», palabras a las que respondió el presidente sudafricano, Jacob Zuma, con gran emoción: «Esto indica que es un gran día para África y para Sudáfrica».