Cinco metales con sabor gallego

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Solo una de las seis medallas de España no contó con kayakistas de Galicia

05 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Galicia volvió ser el motor del piragüismo español en una gran cita. Los palistas gallegos participaron en cinco de los seis metales que sumó España en el Europeo que se disputó en el embalse asturiano de Trasona. Los grandes protagonistas de la jornada fueron los cangueses Carlos Pérez y Teresa Portela, que subieron al podio por partida doble. Las palas están en alto de cara al Mundial, que se celebrará en Poznan, de Poznan del 19 al 22 de agosto.

k-2 200 masculino

Plata para Carlos Pérez y Saúl Craviotto

El gallego y el catalán lograron una plata «con sabor agridulce», según comenta el propio Perucho, ya que se quedaron a un puñado de centésimas del oro. «Los ingleses, Heath y Schofield, estuvieron muy fuertes en la salida y se nos escaparon. A nosotros, al pesar más, nos cuesta más arrancar. Íbamos recortando, pero al final nos quedamos a las puertas», explica. Recuerda que «en esta prueba hay muchísima igualdad y que un pequeño detalle se convierte en la diferencia entre la victoria y la derrota», pero añade que en sus entrenamientos van «por buen camino» y que el sistema de salidas instalado en Trasona les permitirá mejorar. Por eso no renuncian a la meta de vencer a los ingleses en su terreno, conquistar el oro en Londres.

k-2 500 masculino

Los campeones olímpicos logran el subcampeonato

Perucho y Craviotto sorprendieron gratamente con su plata en los 500 metros. Ambos creían que su preparación todavía no les permitiría alcanzar un resultado así. «No nos lo esperábamos, esa es la verdad. Hicimos una buena regata, estábamos controlando a los húngaros y alemanes y se nos escaparon Makhneu y Piatrushenka, los bielorrusos», señala el gallego. Pero cree que «la valoración es muy positiva». Y asegura que su K-2 va a mejorar de cara al Mundial para luchar «de tú a tú con los máximos rivales».

Insiste en que demuestran que siguen ahí. «Hay gente que muchas veces duda de nosotros, pero lo importante es demostrar tu valía en el agua. A ver si así nos tienen más en cuenta», comenta.

Y señala que el Europeo era una cita importante porque era en casa, pero «no clave» en esta temporada. La meta es el Campeonato del Mundo y ahí no firma una segunda plaza. «Yo soy muy ambicioso y quiero ganar siempre», concluye.

c-1 5.000

José Luis Bouza gana la plata tras una gran remontada

Bouza subió al podio en los 5.000 metros, una prueba en la que su rendimiento era una incógnita, ya que no era la que había preparado de cara a la competición continental. Firmó una gran remontada, ya que se cayó del grupo de cabeza y después tuvo que superar a dos rivales para lograr el subcampeonato. «No sabíamos cómo iba a resultar, pero salió bien», dice el palista. Reconoció que su resultado en los 1.000 metros el sábado «fue un poco flojo porque había estado enfermo», pero añade que ahora el gran objetivo es llegar en forma a los controles internos de la federación que determinarán las plazas para el próximo Campeonato del Mundo.

k-1 200 damas

Teresa Portela conquista el bronce

La palista canguesa regresó al podio en esta categoría individual. «Estoy muy contenta, ya tuve muy buenas sensaciones en la eliminatoria y me metí directamente en la final», comenta. En la lucha por las medallas reconoce que su arranque no fue el mejor. «L primera palada no fue muy buena. Había un poco de viento y eso provocaba cierta inestabilidad en la pista. Yo estaba moviendo la pala continuamente antes de empezar y la salida me pilló con la pala medio en el aire. No enganché bien y todas las paladas que pierdes en los 200 metros se nota, porque no hay margen para recuperar», explica. Además, destaca la gran nivel de la final. «Ganó la húngara Natasa Janics, la campeona olímpica de 500, y segunda fue la polaca Marta Walczykiewicz», dice.

k-4 500 damas

El barco de Molanes y Portela se afianza en el podio

El K-4 femenino de las gallegas Sonia Molanes y Portela se está acostumbrando al cajón de honor. «Fuimos terceras, igual que en el pasado Mundial», recuerda. «Nosotros somos realistas y ese era el objetivo. Sabemos que las alemanas y las húngaras, que ganaron el oro y la plata, están un peldaño por encima de nuestro barco», reconoce. Destaca que sus dos medallas le dan mucho ánimo para el Mundial. «No hay nada hecho, pero estamos muy motivadas. Ahora hay que seguir entrenando», asegura.

Dos gallegos más estuvieron presentes en las finales de ayer. Los jóvenes caonístas Jacobo Domínguez y David Maquieira fueron octavos en 200 y séptimos en los 500, lo que supone un buen debut de su C-2 en un Europeo absoluto.