El Barça pagará las nóminas y aliviará sus «tensiones de tesorería» gracias a un crédito de 155 millones de euros

La Voz BARCELONA/EFE.

DEPORTES

15 jul 2010 . Actualizado a las 02:44 h.

El Barcelona ha firmado un crédito sindicado por valor de 155 millones con un grupo de bancos y cajas liderado por La Caixa y el Banco Santander para disponer de la liquidez que le permita afrontar sus compromisos económicos y financieros. En la financiación participan también Caja Madrid, BBVA, Banesto, Banco Popular, Banc Sabadell, Caixa Catalunya, Caja de Ahorros del Mediterráneo y Cajamar.

El crédito sustituye al que firmó en julio del 2009 con otras ocho entidades y servirá para aliviar «un momento importante de tensión de tesorería» que vive el club, según declaró la semana pasada en una entrevista el presidente del Barça, Sandro Rosell.

Nada más tomar posesión del cargo, el 1 de julio, Rosell afirmó que el crédito sería necesario para pagar las nóminas a los futbolistas, sin que ello supusiera que se estuviera «en quiebra», ya que, insistió, el Barcelona «genera ingresos y dispone de recursos adicionales para retornar los créditos». De cualquier forma, en mayo, Rosell ya se había referido a la delicada situación económica de la entidad al definir la deuda como «estratosférica», pues, según sus palabras, era de 489 millones de euros más lo que aún se debía por los fichajes de Ibrahimovic y Chigrynsky.

En un comunicado, el club se mostró satisfecho porque el crédito demuestra que el Barça cuenta con el «apoyo de las entidades financieras» y por haber conseguido cinco millones más de los inicialmente previstos.

Renovación de Guardiola

Pep Guardiola firmó ayer el contrato que le une al Barça por una temporada más, hasta el 30 de junio del 2011, en un acto que contó con la presencia de Sandro Rosell. En el acuerdo se contempla la renovación de Tito Vilanova, su ayudante, por el mismo período de tiempo.

La idea de Rosell era convencer a Guardiola para que renovara durante todo el período que tiene que durar su mandato presidencial (seis años), pero el técnico siempre ha sido partidario de firmar compromisos cortos. Guardiola había alcanzado en enero un compromiso verbal con Laporta, supeditado a una negociación posterior con el nuevo presidente.