Acrobacias fuera del gran circo

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN /LA VOZ

DEPORTES

El accidente de Kubica abre el debate sobre las aficiones peligrosas de los pilotos

09 feb 2011 . Actualizado a las 19:06 h.

La fórmula 1 sigue dando vueltas en torno al accidente de Robert Kubica. Después de lamentar las consecuencias humanas del impacto, se examinan las deportivas y económicas. Y una cuestión planea sobre los equipos: ¿Hasta qué punto deben dar libertad a sus pilotos para practicar en su tiempo libre deportes que puedan poner en riesgo su integridad física y echar por tierra la planificación de la escudería? Otros deportistas de élite cumplen cláusulas que figuran en sus contratos y que cortan sus alas en su tiempo de ocio. Pero en el caso de la F-1 reina una especie de filosofía que sostiene que ese riesgo extra se asume casi como algo necesario para saciar la sed de velocidad.

En Renault, Eric Boullier, jefe de equipo, repite que Kubica contaba con su permiso. Es más, en la escudería insisten en que participar en otras pruebas de motor forma parte del carácter del polaco y, de alguna manera, forja su espíritu competitivo. John Booth, de Virgin, dice que «a veces es imposible mantener a los pilotos entre algodones».

Pero otras voces sostienen que las acrobacias tienen que limitarse solo al gran circo. Jackie Stewart, triple campeón del mundo, compatibilizó la fórmula 1 con incursiones en otras competiciones de motor. Pero indicó a The Telegraph que las escuderías deben vigilar. Y en su agenda de prohibiciones cita en primer lugar el esquí. No deja de ser curioso. Porque algunos pilotos lo han practicado durante las concentraciones de sus equipos. Como Fernando Alonso y Felipe Massa en Ferrari. O Timo Glock y Jerome d?Ambrosio, de Virgin. Y Lewis Hamilton firmó parte de su preparación física de pretemporada en la alta montaña, donde también hizo esquí.

Mark Webber es un apasionado de la bicicleta de montaña y ya ha sufrido dos contratiempos. El primero, en el 2008, cuando en una competición ciclista en Tasmania chocó contra un automóvil y se rompió una pierna. Tuvo que forzar en la rehabilitación y aún así llegó justo al arranque del Mundial 2009. Además, corrió lesionado el tramo final del pasado campeonato. Se había fracturado el hombro haciendo mountain bike. El australiano mantuvo en secreto la lesión para no condicionar a su equipo. Y Red Bull se ha planteado prohibirle la bicicleta.

Motos y paracaidismo

A Michael Schumacher le tientan las dos ruedas, pero las de las motos. Cuando se retiró de la fórmula 1 se centró en el motociclismo. Sufrió un accidente en Cartagena que le provocó una lesión de cuello que complicó su regreso a la categoría reina del motor. El heptacampeón también descarga adrenalina con el paracaidismo.

Kimi Raikkonen siente debilidad por los ralis, como Glock, que probó en el 2009 y disfrutó mucho con la experiencia. El finlandés optó por dedicarse a este tipo de pruebas cuando dejó las pistas. Pero, además, le gustan las motos de nieve y las fueraborda.

Juan Pablo Montoya se rompió un hombro en el 2005. El colombiano dijo entonces que se había lesionado por una mala caída en un partido de tenis. Los rumores apuntaron a un paseo de motocrós.