El Rayo no tiene ni para pagar al árbitro

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández REDACCIÓN

DEPORTES

01 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Estábamos cambiándonos en el vestuario y vino el director de fútbol base del club. Nos dijo que a él los viernes le daban siempre el dinero para pagar a los árbitros de todas las categorías, pero que esta vez no se lo habían dado y que no podía ponerlo de su bolsillo». Así se enteraron Manuel Vidal Araujo y sus asistentes de que esta vez iban a tener que esperar para cobrar por el partido arbitrado.

Poco importó que el equipo de casa hubiera ganado al Conquense (3-1) acercándose a los puestos que permiten luchar por el ascenso a Segunda. El Rayo B sufre las mismas penurias que su hermano mayor y si los jugadores no perciben sus sueldos, tampoco el colegiado se lleva el suyo.

El primer trencilla en sufrir esta situación ha sido un gallego (Vidal Araujo pertenece al colegio de Pontevedra) y el asunto no le pilló del todo desprevenido. Además de haber leído en la prensa acerca de la precaria situación del club, las pistas le fueron llegando desde el comienzo mismo del choque. «Los jugadores de casa salieron con unas camisetas en las que denunciaban los impagos y se pasaron el primer minuto quietos sobre el césped». El rival no aprovechó el parón y se mostró comprensivo con una crisis económica que afecta a varios equipos de la categoría. «Se dedicaron a pasarse la pelota en defensa», explicó a La Voz el árbitro, al que auxiliaron Baltasar González y García Lesta.

Los tres llegaron a Madrid en coche, procedentes de la capital del Lérez, y después del encuentro regresaron a Galicia sin jornal que repartirse. Pero ninguno de ellos está preocupado: «La única diferencia es que ahora será el Comité el que nos pague y que tardaremos un par de semanas en cobrar. Pero los que de verdad están fastidiados son los jugadores del Rayo».

El equipo conocerá hoy si recibe alguna sanción por el impago a los árbitros, una situación impensable en las categorías superiores. «En Primera y Segunda, el dinero para toda la temporada se ingresa en la Liga y desde allí se le abona a los colegiados, pero en el resto de categorías se entrega normalmente en efectivo», relata Vidal Araujo, quien apunta salvedades como la del Real Madrid B, que domicilia los pagos. La fórmula es lo de menos para el vecino pobre de la capital. En casa de Ruiz-Mateos no hay ni para árbitros.