Rafael Nadal, con el 59 por ciento de acierto en sus primeros servicios en su debut en Miami, debió esforzarse más de lo esperado para imponerse al japonés Kei Nishikori en la segunda ronda del segundo Masters 1.000 de la temporada. El español superó al número 62 del mundo por un doble 6-4, pero debió levantar cuatro bolas de break en el primer set y necesitó una hora y 48 minutos para alcanzar los octavos de final. Su próximo rival será su amigo Feliciano López.
El número uno del mundo reconoció que le toca «seguir trabajando para mejorar», aunque dijo estar «confiado» en exhibir su mejor tenis en el torneo estadounidense. A pesar de las dificultades con su saque Rafael Nadal ganó el 76% de los puntos con su primer servicio y dio un paso importante respecto a la final de Indian Wells que perdió frente a Djokovic. Fue de menos a más y hasta cerró el encuentro con un ace.
Nadal demostró estar en forma y acabó satisfecho con su estreno. «Estoy muy feliz. Era un partido difícil y he jugado muy bien, a un alto nivel. Ha sido un partido bastante completo», comentó el español, que por momentos sufrió ante el revés del incómodo jugador japonés.
Decidió la calidad
Para Nadal no fue un partido fácil, pero siempre llevó la iniciativa y consiguió ganar 9 de sus 14 puntos en la red, frente a los de de 11 de su rival. El número uno del mundo cometió 19 errores no forzados, ante los 33 del nipón, que cedió ante la calidad, físico y experiencia del balear. Con su segundo servicio el español firmó el 69%.
Después de su encuentro con dos grandes estrellas de la NBA, LeBron James y Dwayne Wade, Nadal destacó que sus sensaciones fueron «mejores que la pasada semana, y eso es muy importante». «Mi servicio funcionó muy bien al final del partido», subrayó.
Con vistas a su enfrentamiento con Feliciano, a quien calificó como «un rival muy peligroso, con un buen servicio y una buena volea», Nadal se mostró esperanzado de mantener su línea para meterse entre los ocho mejores de un torneo que nunca ha ganado ningún español. Además, ya se ha despedido el defensor del título, el estadounidense Andy Roddick, sorprendido por el uruguayo Pablo Cuevas, 67 del ránking (6-4 y 7-6). «Este fue el triunfo más importante de mi carrera», admitió Cuevas. «Fue al final cuando me di cuenta de que Roddick no estaba bien, pues no se movía como normalmente lo hace en la cancha», añadió el uruguayo.