El Obra vende cara su piel

Redacción digital

DEPORTES

Los compostelanos debutan en casa con derrota ante un rival de categoría.

13 oct 2011 . Actualizado a las 12:04 h.

El Obradoiro vendió cara su piel a un Unicaja repleto de figuras y cayó derrotado en su primer partido en casa de la temporada. Los locales emplearon las mismas armas que tan buen resultado le dieron en su visita a San Sebastián y apostaron todo al colectivo. Prueba de ello es que antes de la conclusión del segundo cuarto, todos los jugadores habían anotado. El Unicaja sufrió, pero salió a flote de la mano de sus figuras. Freeland demostró que es un jugador de altos vuelos y exhibió su baloncesto en un Multiusos volcado con su equipo y Fitch anotó en los momentos decisivos.

Los jugadores del Obradoiro, espoleados por el Miudiño, himno extraoficial del club, saltaron a la pista volando. Como en el anterior encuentro, Lasme guió al equipo en los minutos iniciales. Sin embargo, su intensidad, en ocasiones excesiva, provocó que se tuviera que sentar en el banco de forma precipitada al cargarse con dos faltas personales en dos minutos de partido. Pero los andaluces sufrían. La defensa asfixiante del equipo local desorientó al Unicaja, que no encontró su sitio en el campo hasta que Chus Mateo solicitó un tiempo muerto. Fue entonces cuando se entró en una fase de intercambio de golpes. Los santiagueses aguantaron bien el tipo durante bastantes minutos, pero poco a poco, los visitantes, muy acertados desde el perímetro, comenzaron a recortar distancia hasta llegar a ponerse por delante en el marcador. Freeland dominó con claridad la zona y Valters se hizo con el timón del partido. Pero el Obradoiro demostró que es un equipo aguerrido y no bajó los brazos. Los equipos se retiraron al vestuario con un 42-44 favorable a los verdes.

En la reanudación, el partido se llenó de imprecisiones, en gran parte motivadas por dos buenas defensas. Especialmente por los brazos infinitos de Lasme. Las diferencias eran pequeñas, pero siempre favorables a los andaluces. Pequeñas hasta que Garbajosa, viejo roquero, se vistió de Navarro y anotó dos bombas abriendo una brecha de 8 puntos con la que se llegó a la conclusión del tercer período.

El Obradoiro, de la mano de Sar, soñaba con voltear el marcador, pero Freeland se convirtió en un faro, y cada balón que caía en sus manos acababa en una canasta visitante. Por su parte, el Obra se encomendó a la suerte del triple y salió cruz. El partido parecía decidido a falta de seis minutos, pero los pupilos de Moncho Fernández, con más corazón que cabeza, limaban la desventaja. Tres abajo a falta de dos minutos gracias a un triple de Ebi Ere que levantó al pabellón de sus asientos. Sin embargo la remontada no llegó y el Unicaja se vuelve a Málaga con un trabajado triunfo.