Clubes y profesionales rompieron en la noche del pasado jueves las negociaciones tras una reunión en Nueva York de cinco horas bajo la mirada de Geoge Cohen, un mediador experto en conflictos laborales en ligas deportivas. «En estas circunstancias mi recomendación es que no tiene sentido continuar con el proceso de mediación», se rindió Cohen, quien destacó que las dos partes no están dispuestas a ceder en sus distantes posiciones. «Jugadores y propietarios están en un callejón sin salida», escribió el diario Los Angeles Times.
«No están dispuestos a superar la distancia que los separa», dijo el dirigente de la NBA Adam Silver, que suplió al jefe de la Liga, David Stern, ausente por una gripe. El presidente del sindicato de profesionales y jugador de Los Ángeles Lakers, Derek Fisher, destacó el empeño puesto para encontrar una solución que permita «que se pueda jugar al baloncesto y que los empleados puedan regresar de nuevo a su trabajo». «Pero desde nuestro punto de vista, la liga no tiene ningún interés», lamentó.
Sin fecha para una reunión
No hay acuerdo siquiera para una nueva reunión, por lo que es probable que Stern decida aplazar más partidos. Ya se anularon los primeros 100 encuentros de una temporada que iba a comenzar el 1 de noviembre. Se estima que con ello los jugadores han perdido una suma total de 170 millones dólares.
Desde el martes, ambas partes han negociado un total de 30 horas que no han supuesto ningún avance en los principales puntos de discusión. Nadie quiere bajar del 53 % en el reparto de unos ingresos que se cifran en 4.300 millones de dólares al año. Y mientras no se acerquen posturas, la mejor liga del mundo continúa parada.