El motociclismo reabre el debate sobre la seguridad

ibai ferrán BARCELONA / COLPISA

DEPORTES

Consideran la muerte de Simoncelli una fatalidad, pero estudian mejorar la sujeción de los cascos

25 oct 2011 . Actualizado a las 11:45 h.

El accidente mortal de Marco Simoncelli, el segundo en el Mundial de motos en poco menos de un año (el japonés de Moto2 Shoya Tomizawa fallecía en Misano el 5 de septiembre de 2010), ha reabierto el debate sobre la seguridad en las carreras, cuestionando si las medidas actuales son adecuadas, y cómo se pueden mejorar para el futuro. Por lo que respecta a las causas del accidente, la conclusión es unánime: fue una fatalidad, una desgraciada combinación de las circunstancias más adversas que se pueden dar en carrera, lo que convirtió en letal una caída que habría podido ser como tantas otras.

«Ser atropellado por otro piloto es prácticamente lo único que puede causar la muerte en carrera, pues cualquier otra caída, por muy dura que sea, es muy improbable que tenga consecuencias fatales», afirma Aleix Espargaró, piloto con experiencia en todas las categorías del Mundial.

La trayectoria de la moto

La clave estuvo en la trayectoria de Marco y su moto tras el resbalón, hacia dentro de la pista y no hacia la escapatoria como es habitual. El hecho de que el piloto italiano ya estuviera saliendo de la curva, dando gas y orientando su Honda hacia la recta fue determinante, así como su intento de salvar la caída, sujetando el manillar y tratando de hacer palanca con el cuerpo para levantar su moto.

«Desde la muerte de Kato en Suzuka en el 2003, la seguridad se ha mejorado muchísimo, tanto en los circuitos como en las motos e indumentaria del piloto, pero el riesgo de atropello, con la brutalidad que el impacto conlleva, es inevitable si tras la caída el piloto queda dentro de la pista», aclara Javier Alonso, director de eventos de Dorna y miembro de la dirección de carrera.

Análisis de las imágenes

Mayores escapatorias junto a las pistas, control de tracción electrónico en las motos, y mejores protecciones, como el airbag en el equipamiento, hacen hoy menos peligrosa la profesión de piloto, pero no la hacen inmune al riesgo intrínseco de los deportes de motor.

«MotoGP pasa por momentos muy duros, y ya hemos empezado analizar con ingenieros de Honda las imágenes que tenemos del accidente para intentar llegar a conclusiones que nos permitan mejorar en seguridad», añade Alonso, «pero lo que le ocurrió a Simoncelli fue un lance de carrera, inusual, pero imposible de prevenir». Con todo, Alonso quiere «analizar y tratar de mejorar el sistema de sujeción de los cascos».