El habilidoso jugador gallego David Ferreiro es la revelación del club andaluz
10 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Aterrizó en el Cádiz como un fichaje sin lustre, uno de esos nombres llamados a danzar entre la titularidad y el banquillo. Pero solo necesitó media Liga para convertirse en el jugador más valioso del Cádiz. David Ferreiro (Ourense, 1988) triunfa enfundado en la camiseta de un histórico del fútbol español que pelea por regresar a la Segunda División. Ha completado una primera vuelta de ensueño. Lanzado desde los extremos y, en ocasiones, descolgado por la media punta, ha seccionado las defensas rivales con su habilidad natural para el regate, quizás la mejor de sus suertes. Además ha superado su asignatura pendiente: el gol. Cinco tantos que proyectan al conjunto andaluz a la cima del grupo IV de la Segunda División B. Hoy es una pieza con peso específico dentro del esquema del técnico José Manuel González.
«Sé que es mi oportunidad. Este tiene que ser mi año», repite David Ferreiro cuando se le pregunta acerca de las buenas sensaciones que está dejando en su nueva casa. «El entrenador confió en mí desde el principio y eso es algo impagable», comenta. Con la raza y «las ganas de mejorar cada día» que le caracterizan también acabó conquistando a la afición del Ramón de Carranza. «Logré cinco goles en cinco partidos consecutivos en casa y la gente se volcó conmigo». Un rendimiento de esta magnitud disparó los rumores acerca de una posible contratación por parte de algún equipo de Segunda División. «Por el momento -apunta- estoy cómodo aquí y nadie, que yo sepa, se ha dirigido a mi representante por esta cuestión».
Al jugador, formado en el Pabellón Ourense, todavía le restan dos años de contrato con el club propietario de sus derechos, el Granada, cuyo presidente, Quique Pina, también gestiona el Cádiz. «Cuando firmé en el Granada ya sabía que esta temporada la disputaría cedido en el Cádiz», afirma. De hecho, ni siquiera llegó a ejercitarse bajo las órdenes del lucense Fabri, quien hasta hace poco dirigía al Granada y que influyó en el fichaje de David Ferreiro por el conjunto de Primera.
Y es que la travesía de este gallego hasta triunfar en el equipo gaditano no ha sido de un solo rumbo. Su talento y decisión para encarar a los defensores contrarios llamó en el 2006 la atención del responsable, por aquel entonces, del filial del Ourense, Francisco Romero. Al técnico no le sorprende que David Ferreiro se haya convertido en una de las referencias del Cádiz.
«Le vi algunos partidos en los torneos de verano y sigue demostrando que, sobre todo, es un jugador tremendamente inteligente», comenta. «Puede actuar en cualquiera de las dos bandas por la naturalidad con la que rompe a sus rivales y en la media punta, porque ve el fútbol con facilidad», explica. Asimismo considera que su complexión ligera (mide 1,70 metros y pesa 63 kilos) quizás haya lastrado su progresión. «Aunque si fuese más alto, ya no sería él», reflexiona Romero.
Desde el segundo equipo del Ourense ascendió a la primera plantilla. Allí se asentó una temporada, pero, de pronto, llegó el descenso a Tercera División y con 19 años se vio obligado a buscar fuera de casa un hueco que no cortase su carrera. Se marchó a Murcia y después a Zamora, sin embargo, en ningún lugar consiguió deslumbrar como ahora lo hace donde Mágico González es leyenda.