En defensa de Ebi Ere

M.G. Reigosa

DEPORTES

25 abr 2012 . Actualizado a las 11:45 h.

Lo que le sucede a Ebi Ere escapa a la lógica. Es como un estudiante brillante y aplicado que, inexplicablemente, patina el día de los exámenes. Es, probablemente, el mayor talento ofensivo del equipo, de esos que no destacan en una faceta pero que las dominan todas. El problema es que lo ha demostrado a cuentagotas, en días como el del Barcelona en Sar o el de la victoria de la primera jornada en la pista del Lagun Aro. El colmo del infortunio remite al partido de Málaga. Después de anotar las dos primeras canastas, sufrió un desvanecimiento. El caso es que el sábado se llevó más de una pitada de la grada. Pero solo se puede imputar en el debe del desacierto. En todo lo demás, Ebi Ere está teniendo un comportamiento ejemplar. Quizás el tipo de juego del Obradoiro, muy medido y ordenado, no sea el más adecuado a su talante atacante. Sin embargo, no ha dejado de trabajar para el equipo, no ha creado ningún problema en el vestuario, no ha buscado excusas. Todavía no ha encontrado soluciones, pero ojalá lo consiga. Porque se lo merece.