El presidente reconoce contactos con Caparrós «y otros técnicos», pero apuesta por el madrileño
16 may 2012 . Actualizado a las 22:34 h.Era un secreto a voces pero este miércoles José María del Nido lo confirmó de manera oficial. Míchel seguirá al frente del Sevilla, como mínimo, una temporada más. Aunque la decisión se tenía tomada desde marzo, los últimos resultados pusieron en dudas el proyecto. A pesar de no haber metido al equipo en Europa, Monchi dio el pasado lunes el visto bueno al informe anual entregado por el técnico al Consejo de Administración.
En dicho documento, Míchel detalló los aspectos positivos y negativos de la plantilla desde que tomara las riendas tras el adiós de Marcelino. Aunque se ha contactado con Joaquín Caparrós, Quique Sánchez Flores y Ernesto Valverde, la clave para su renovación ha estado en la mano dura que ha sabido imponer en determinados momentos.
Desde que llegara en febrero, el madrileño ha tenido que enfrentarse a un vestuario roto y desunido. Algunas fuentes asegura que ciertos futbolstas fingían lesiones, se borraban o decidían contra qué rivales jugar para ponerse en el escaparate mundial. El esperpento era tal que el propio técnico tuvo en más de una ocasión que dar la titularidad a quienes no estaban en forma como castigo a los que se borraban. Uno de los acontecimientos que hizo saltar el polvorín del vestuario fue el derbi. Míchel decidió contar con Varas porque Palop fingió una lesión en la previa ante el Real Madrid para no salir goleado. Aquello significó, a la postre, la derrota ante el eterno rival por el miedo escénico que venía sufriendo el que fuera ídolo tras el Camp Nou. Tras perder, no solo la afición explotó, también el plantel. Si antes había hasta cinco grupos de jugadores que no se hablaban con el resto, ahora incluso llegaron a las manos en más de una ocasión.
Estas circunstancias supusieron que el propio Míchel dudara de su continuidad. En conversaciones privadas con el presidente le decía que se precisaba un cambio radical. No solo por la actitud de muchos, sino porque otros no tenían aptitud tampoco para ser jugadores de Primera. El propio Del Nido señaló este miércoles a algunos sin problemas: «El verano pasado preguntaron por Rakitic tres equipos grandes de España y su rendimiento este año ha sido paupérrimo».
El Sevilla se verá obligado a esa revolución que pide el preparador sevillista. «Se reducirá el presupuesto de 90 a 60 millones», afirmó con vehemencia el dirigente de Nervión. Aunque no reconoció ofertas, lo cierto es que a la entidad han llegado rumores de que tanto Barcelona como Real Madrid pretenden a Medel. A esto se añade que los representantes de Spahic, Trocho y Rakitic estuvieron en las oficinas del Pizjuán y pidieron irse. Y a otros, hasta a once, se les busca una salida por su falta de nivel o implicación esta temporada.
Con más dinero o menos, lo que sí se le exigirá a Míchel es entrar en Europa, en palabras del propio Del Nido. Aunque antes deberá acometer una pequeña revolución con pocos instrumentos. «Primero venderemos, después gastaremos», concluyó Del Nido. Toca esperar.