El técnico del Dépor vuelve a Primera, donde solo completó una temporada
09 jul 2012 . Actualizado a las 23:02 h.A Oltra, el caudillo del fulgurante retorno del Dépor a Primera, le aguarda ahora su mayor reto. Cuando el Dépor lo contrató el verano pasado ya sabía que fichaba un entrenador de pizarra atrevida y verbo vehemente, un práctico conocedor de los entresijos de la Segunda, pero con escasa experiencia en la máxima categoría. El valenciano persigue el sueño de consolidarse en el mejor momento. Acaba de coronarse como un especialista en la división de plata, donde no le tembló el pulso para llevar a su equipo al imprescindible ascenso. Un éxito que coronó con un puñado de registros para la historia del club y de la propia categoría.
No había mejor manera de subir para un técnico que sobrevivió a la presión -«el ascenso de Tenerife lo había disfrutado, este lo he sufrido», declaró la inolvidable noche del regreso a Primera-, a un inicio de temporada irregular -llegó a distanciarse a nueve puntos del liderato tras nueve jornadas- y a una plantilla con la tentación de distraerse a flor de piel -hasta nueve futbolistas acababan su contrato al final de la Liga-. Los venció a todos.
En esta temporada la tarea tampoco le resultará sencilla. La viabilidad del club sigue ligada a su éxito sobre el césped y, además, el entrenador tiene ante sí el mayor desafío de su carrera. Como futbolista llegó a Segunda División, mientras su trayectoria en Primera como entrenador apenas llega a los sesenta partidos en las filas del Levante, el Tenerife y el Almería. Debutó en el cuadro de su tierra, a cuatro jornadas del final para salvar la categoría. Apenas sumó dos empates, pero comenzó a la temporada siguiente en Segunda, aunque un mal inicio le llevó a ser destituido tras diez jornadas. Su equipo acabaría subiendo.
La segunda experiencia en Primera llegó en Tenerife, a donde llegó en el 2007, lo subió al año siguiente y dirigió en lo más alto en la temporada 2009-2010. Se le achacó los 74 goles encajados, más que ningún otro, pero, según reconoció hace solo unos días durante una visita a la isla, le quedó el regusto amargo de no haber recibido la oferta de renovación.
La última vez, en Almería
Su última experiencia en la Liga de las Estrellas, a la que vuelve en A Coruña, comenzó y acabó de forma abrupta en el Almería, donde después de doce jornadas sustituyó a Lillo. Dirigió a su equipo en 18 partidos de Liga y 6 de Copa (eliminó al Mallorca y al propio Dépor antes de caer con el Barça), pero fue destituido a ocho jornadas del final. Su equipo bajó a Segunda.
Esta vez, Oltra afrontará un arranque de pretemporada muy diferente al de la pasada, cuando disponía de los mimbres para su plantilla (tan solo llegó Xisco a última hora) y se aplicó en seleccionarlos. Mañana comenzarán los entrenamientos con veinte jugadores, entre ellos cinco sin sitio en los planes del técnico. El Dépor y Oltra vuelven a la categoría soñada con enormes desafíos por resolver.