El gol no concedido a Nelson impidió la victoria de un Dépor invicto al que el Granada acosó por un costado en cada parte
17 sep 2012 . Actualizado a las 06:00 h.Oltra no la vio dentro y el árbitro tampoco. Ni siquiera Nelson Oliveira pareció muy convencido a juzgar por su (falta de) reacción. Aunque el portugués tampoco se inmutó poco después cuando Toño salió de su portería para gritarle a la cara tras una falta. Antes, los dos habían protagonizado la jugada clave del encuentro. El delantero entró en el área y soltó un violento chut que se estrelló en el larguero superando al meta. La pelota botó y salió despedida y el juego siguió. Las cámaras delataron el error.
El balón había rebasado la línea de gol antes de salir y el tanto, que no subió al marcador, habría colocado al Dépor con dos de ventaja en un encuentro sin apenas ocasiones.
El Granada había hecho justicia a lo visto en toda la temporada. Los de Anquela carecen de pegada, por poca resistencia que el rival oponga a sus llegadas. Ayer, el contrario era un Dépor que va afinando poco a poco su estrategia defensiva, pero las lagunas persisten, principalmente en los costados.
Apostar por el fuera de juego
En Los Cármenes, Oltra quiso insistir en la táctica desarrollada a partir del encuentro frente al Valencia: ante la falta de ayudas, la zaga se adelanta achicando espacios y tratando que el rival caiga en fuera de juego. El plan, afinado ante el Getafe, tuvo éxito varias ocasiones -hasta en siete se le señaló posición adelantada a Floro Flores- y fracasó en otras ocasiones. En el minuto 20, Evaldo pasaba por el círculo central mientras Nyom arrancaba sin marca en la derecha. En el 42, el brasileño se ganó la amarilla por agarrar a Torje después de que el rumano le ganara la posición y la carrera.
No hubo más noticias del lateral izquierdo -de nuevo certero en ataque y flojo atrás-. En la segunda parte le tocó sufrir a Manuel Pablo. Jugar a las cuatro de la tarde en la capital andaluza tiene esas cosas: los futbolistas aprovechan el mínimo parón para beber y el partido discurre por la sombra. Anquela metió primero a Brahimi y después a Jaime Romero y entre los dos y Siqueira trajeron de cabeza al defensor canario del Dépor. Una larga jugada por el flanco izquierdo local acabó en el Floro Flores, que retrató a Aythami antes de fusilar a Aranzubia y rescatar un empate que la tecnología en línea de gol pudo haber evitado.