Poco después de confirmar la permanencia de su equipo una temporada más en la Segunda División B, José Luis Míguez Iglesias no dejó de resaltar el hecho de que se marchaba dolido por la derrota en Zamora: «Me duele esta derrota y, personalmente, estoy muy decepcionado porque un equipo que se juega la vida no puede rifar los puntos en los primeros veinte minutos y, sobre todo, en los últimos cinco del encuentro, cuando el rival estaba prácticamente muerto. El Zamora estuvo muerto durante casi toda la segunda parte, y permitimos que nos ganase por un error nuestro».
Ese análisis de Luisito en torno a lo que había visto en el Ruta de la Plata, clarificó además su opinión sobre los defectos de su escuadra en momentos determinantes: «Durante los primeros veinte minutos del partido no dudo que el Zamora fue mejor, pero luego en la segunda parte estuvo totalmente a nuestra merced y ganó con un gol vergonzoso para nosotros».
Como ha sucedido en otras ocasiones, un error propio del Ourense pudo costar muy caro a los rojillos, que en todo caso se beneficiaban del triunfo del Getafe B sobre el Sanse: «Es un milagro, de todas formas, salvar la categoría; es el logro más grande que he conseguido como entrenador de fútbol, porque sé lo que ha pasado el club durante esta temporada, en la que estuvo a punto de no salir y se nos llevaron en el mes de diciembre a un futbolista con el que podríamos habernos clasificado para la Copa del Rey».
El de Teo le dedicó ese objetivo cumplido a un Roberto Valdés que «siempre me aguanta en los viajes y en mis momentos más delicados, pero en especial a todo el ourensanismo, a todos los estamentos del club y a todos los aficionados que nos han acompañado todo el año».
Luisito también adelantó que hablará de futuro con los rectores del club esta misma semana, antes del colofón deportivo de la visita del Real MadridC, el próximo fin de semana.