El equipo de Santi Valladares inicia el trabajo de pretemporada
19 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Santiago Futsal se pone en marcha para afrontar una campaña de transición y consolidación. La jornada arrancará con la presentación de Chus, una joven promesa que estuvo a prueba en el mes de julio y que convenció a Santi Valladares. Continuará con la bienvenida del presidente, Ramón García, a la plantilla y, por la tarde, será el turno para el primer entrenamiento.
El conjunto compostelano cumple una década en la élite y puede presumir se ser el único en haber tomado parte desde entonces en todas las ediciones de la Copa de España junto con el Inter Movistar y el ElPozo Murcia.
Bajo la denominación Lobelle, tocó la gloria con la conquista de la Copa de España, la Recopa de Europa y la Supercopa. Es el único que rompió la hegemonía de los grandes.
Pero la entidad, que no vive de los éxitos deportivos, está inmersa en un proceso de estabilización que pasa, inexcusablemente, por ir recuperando el equilibrio económico. La pasada campaña salvó un duro obstáculo. La directiva que relevó a José Antonio Lobelle se encontró con más deudas de las esperadas. Y, tal y como decía el presidente en la presentación de Palomeque, la situación sigue siendo complicada, pero ahora «está mejor enfocada».
De momento, el club ha bajado el presupuesto a unos 500.000 euros. Respecto a la campaña en la que conquistó la Copa de España, la reducción es de más de un 60 %.
El Santiago Futsal no es el único club que pasa por dificultades. En su día, un clásico como el Miró Martorell desapareció de la élite cuando el mentor que le daba nombre decidió echarse a un lado. El Playas de Castellón, que llegó a ganar la Copa de Europa, perdió la categoría. El Santa Coloma, otro clásico, tuvo que dar un paso atrás y, apoyado en su cantera, consiguió volver a la élite. El Carnicer renunció el pasado curso a su plaza. Y el Caja Segovia no ha podido inscribirse.
El Santiago ha aguantado más de un arreón y sigue en Primera. Esta vez, con un equipo más joven que nunca. Sin perder de vista los objetivos deportivos, el gran desafío es reencontrar la tranquilidad económica.