Los 45.000 corredores que participarán en la prueba gozarán de unas medidas de seguridad extremas
02 nov 2013 . Actualizado a las 17:27 h.El maratón de Nueva York regresa mañana tras la cancelación del año pasado por los efectos del huracán Sandy y con mayores medidas de seguridad a consecuencia del atentado en la prueba de Boston el 15 de abril.
Los 45.000 corredores que participarán en la prueba y los espectadores se encontrarán con más barricadas, con más perros detectores de explosivos y con escáneres para analizar bolsas y mochilas.
El presupuesto de seguridad se ha doblado hasta alcanzar el millón de dólares tras las explosiones en la recta de meta del maratón de Boston el 15 de abril.
Cientos de agentes estarán apostados a lo largo de los más de 42 kilómetros de recorrido, los helicópteros vigilarán desde el cielo y habrá embarcaciones policiales en la bahía y en el East River.
La policía compró también 100 cámaras de vigilancia móviles tras el atentado de Boston que tendrán como misión detectar cualquier actividad sospechosa.
Los espectadores que quieran ver el final de la prueba en Central Park deberán pasar por controles de seguridad. «Este año prestaremos especial atención», admitió el comisario Raymond Kelly.
Pero el atentado en la línea de meta del maratón de Boston, que dejó tres muertos y más de 260 heridos, será también una presencia más emotiva.
«Esperamos que sea un día que honre y recuerde a las víctimas y a los que aún sufren y que podamos dar a la ciudad y a Boston una especie de regreso a los orígenes celebrando el triunfo del espíritu humano», dijo Mary Wittenberg, presidenta de la organización de la prueba.
El maratón de Nueva York, uno de los más célebres y que recorre los cinco distritos de la ciudad, regresa después de la cancelación del pasado año por los daños que provocó «Sandy», sobre todo en la zona de Staten Island.
Una vez decidida la suspensión, la carrera donó a los afectados las provisiones que iban a ser para los atletas, valoradas en 1,5 millones de dólares.
A los corredores que no pudieron participar se les ofreció recuperar su dinero o garantizarse un puesto en las pruebas de mañana, de 2014 y de 2015, algo por lo que se decantaron 21.000 de los 60.000 atletas registrados el año pasado.