El técnico señala que el Cajasol obligará a sus jugadores a estar «muy concentrados» durante todo el partido
09 ene 2014 . Actualizado a las 15:21 h.Con la baja de Iñaki Sanz, que sigue con su proceso de recuperación, y con Pavel Pumprla, algo tocado pero que llegará en perfectas condiciones al encuentro, el Obradoiro ultima los preparativos para el choque ante el Cajasol que prepara Aíto García Reneses. A lo largo de esta semana, el conjunto compostelano curó las heridas de la mejor forma posible, con la única medicina que conoce su entrenador: «Fue una semana de mucho trabajo. No hay muchas más recetas. Debemos mejorar nuestro nivel defensivo porque estuvimos muy mal ante el Estudiantes», explica Moncho Fernández antes de recibir al conjunto andaluz.
De todos modos, recuerda que en ataque el equipo no tuvo un mal nivel frente al cuadro colegial, aunque insiste en que «pesa demasiado» en su ánimo el bajo nivel defensivo. Repite que encajando 97 puntos «es muy difícil» ganar un partido.
Del Cajasol, destaca Moncho Fernández que es un equipo «muy agresivo en los dos campos» y que tiene jugadores «muy buenos en el uno contra uno», lo que considera «un handicap» para el Obradoiro. Además, señala que el Cajasol atrás presiona en toda la pista, lo que obliga al rival a estar «muy concentrado durante todo el tiempo».
El técnico santiagués no se atreve a hacer una valoración muy profunda sobre el Cajasol, pues indica que desde fuera es muy difícil. Eso sí, entiende que es un bloque al que le falta cierta regularidad en su juego y en sus resultados: «Es un equipo joven, con muchos cambios, que necesita tiempo para poder tener una línea de regularidad. Además tuvo alguna baja importante y eso igual le está afectando. La regularidad se consigue con el paso de las jornadas», señala el de Pontepedriña.
Entre las virtudes del Cajasol, Moncho Fernández destaca que es, después del Real Madrid, el equipo que mejor rebotea en ataque. Insiste en que el Cajasol consiguió ganar esta temporada en pistas tan difíciles como la del Gran Canaria. Independientemente de las individualidades, el entrenador del Obradoiro lo que quiere es que su equipo «mejore como colectivo».