Declara Gisèle Pelicot, la mujer violada por más de 50 hombres tras ser drogada por su marido: «Hay dos o tres encima de mí y yo estoy inerte»

La Voz

SOCIEDAD

Gisele Pelicot y su hija, Caroline Darian, llegando a los juzgados de Aviñón.
Gisele Pelicot y su hija, Caroline Darian, llegando a los juzgados de Aviñón. Manon Cruz | REUTERS

La víctima del monstruo de Mazan ha renunciado a un juicio a puerta cerrada para que «se sepa todo», en nombre de todas esas mujeres sometidas químicamente «que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas»

05 sep 2024 . Actualizado a las 13:45 h.

Gisèle Pelicotla mujer a la que su marido drogaba para que otros hombres la violaran estando inconsciente, declaró este jueves en el juicio que se celebra en Aviñón, al sureste de Francia, contra 51 acusados. Ha querido que el proceso se haga en público para que «se sepa todo» y ninguna otra mujer sufra una sumisión química.

«Para mí el mal está hecho», dijo en su primera intervención ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse antes de añadir que ha renunciado a que todo se hiciera a puerta cerrada «en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas».

De acuerdo con los instructores, Gisèle Pelicot, que ahora tiene 71 años, fue violada en más de 90 ocasiones a lo largo de toda una década por decenas de hombres con los que su marido, Dominique, contactó a través de internet para que tuvieran relaciones sexuales con ella bajo los efectos de ansiolíticos. Todo se descubrió en septiembre del 2020, de casualidad, cuando Dominique fue detenido por los vigilantes de un supermercado de la ciudad de Carpentras por haber filmado bajo la falda de varias mujeres; al analizar su material informático se toparon con miles de fotos y vídeos en los que Gisèle aparecía inconsciente, siendo agredida por todo tipo de hombres.

«Los policías me salvaron la vida al investigar el ordenador del señor P.», declaró ella este jueves. «Durante 50 años, siempre apoyé a mi marido» y en ese tiempo «nos mantuvimos unidos», continuó para, a continuación, admitir que su mundo «se hundió» el 2 de noviembre del 2020 cuando fue convocada en comisaría junto a su esposo y al llegar allí los agentes les enseñaron los archivos que habían descubierto. Contó Gisèle que, en un primer momento, le costó reconocerse, que se vio «inerte», «dormida», y que entonces se dio cuenta de que estaban abusando de ella: «Violación no es la palabra correcta, es barbarie». «No son escenas de sexo, son escenas de violaciones. Hay dos o tres encima de mí y yo estoy inerte», relató. «Me sacrificaron ante el altar del vicio».

Gisèle Pelicot no se amilanó. Criticó sin que le temblase la voz la postura de la mayor parte de los que comparecen como acusados, que alegan bien no haber sido conscientes de que estaba drogada, bien que no sabían que no había consentimiento de su parte. «Esos hombres me mancillaron, se aprovecharon de mí. Y ni uno solo se dice que hay algo raro», añadió.

Aseguró la mujer que nunca había practicado sexo en tríos, ni intercambio de parejas, afirmando haber quedado «estupefacta» cuando se enteró de las desviaciones sexuales de su marido, que «en 50 años de vida común, nunca tuvo gestos obscenos». Además de Dominique Pelicot, hay otros 50 hombres identificados que están siendo juzgados por el delito de violación agravada, penado con hasta 20 años de cárcel.