La confianza en los jóvenes y el buen partido ante Italia aleja a la selección británica de las críticas feroces de otras ocasiones
21 jun 2014 . Actualizado a las 20:40 h.Inglaterra se va para casa de manera inesperada. No por caer ante Italia y ante Uruguay, dos partidos apretados en los que los jóvenes elegidos por Hodgson compitieron bien e incluso ante los de Prandelli jugaron bonito. La selección inglesa cae eliminada del Mundial de Brasil por la sorprendente insurgencia de Costa Rica en el grupo de la muerte. Y esta vez no habrá críticas furibundas en la vuelta a casa, ni portadas señalando a la estrella fracasada de turno. Simplemente, ocurrió.
El ambiente es calmo alrededor de Inglaterra en contra de otros fracasos. Ni siquiera la palabra fracaso aparece en muchos titulares. Cuando la selección de los Tres Leones cayó en Sudáfrica goleada por Alemania, Capello intentó desviar la atención al grueso error que anuló el gol fantasma de Lampard, algo que en Brasil no hubiera ocurrido con la tecnología. Pero la prensa se lanzó a la yugular del grupo por la errónea gestión de la portería, por Ashley Coe en general, por Rooney en particular... Pero esta vez no hay una estrella que se autoexpulsó, ni un penalti fallado en la tanda decisiva, ni una multitudinaria juerga nocturna en plena concentración.
Ahora, Inglaterra confía en que Hodgson lidere un nuevo proyecto en el que dar tiempo a Wilshere a recuperar su mejor forma, para madurar a Barkley, asentar la defensa y, sobre todo, construir alrededor de un Sterling que se convirtió en el mejor futbolista de Inglaterra en el Mundial 2014.
Si acaso, el adiós de Inglaterra al Mundial lleva impregnado un aroma de luto por Steven Gerrard, que puede completar ante Costa Rica su último partido como internacional con Inglaterra. Plano en su rol de mediocentro al lado del muy soso Henderson, el símbolo del Liverpool pasó de puntillas por Brasil 2014, alejado del primer plano en el que le situaron otras citas de su selección. Se le prepara un gran homenaje cuando anuncie que cuelga la camiseta de los Pross. En la misma situación queda un Wayne Rooney cuya posición en el campo se asemejó lo más posible a uno de esos incendiarios debates de la prensa inglesa. Pero ni siquiera su lugar como mediapunta alejado de la portería ante Italia le pasará factura a Hodgson de vuelta a casa. Simplemente, Inglaterra no fue lo suficientemente buena para pasar en un grupo ultracompetitivo por la sorpresa tica. Y con esa resignación se volverá Inglaterra, sin causar siquiera un buen escándalo.