La selección española regresa a Madrid ignorando a los aficionados

Efe

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Los jugadores abandonaron el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas sin atender a los medios ni saludar a los seguidores

24 jun 2014 . Actualizado a las 19:58 h.

La selección española de fútbol aterrizó en Madrid alrededor de las 12.00 horas de forma discreta, sin atender a los medios ni saludar a los aficionados que les esperaban para darles su apoyo.

Los integrantes de la expedición, vestidos con chándal negro y bandas y escudo en verde, llegaron a la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas en el vuelo de Iberia 2907 que partió apenas unas horas después del partido del lunes, y se marcharon en varias furgonetas sin pasar por la zona de salidas. Entre ellos no se encontraban jugadores como Piqué, Cesc o Diego Costa que se quedaron en tierras sudamericanas tras disputar el último partido de la fase de grupos ante Australia en el Arena de Baixada de Curitiba.

El duelo terminó con victoria por 3-0 pero no sirvió para acceder a la siguiente ronda después de caer frente a Holanda y Chile en las dos primeras jornadas, lo que implicó la eliminación automática de la cita. Un resultado inesperado para los vigentes campeones del torneo que sin embargo no supuso un inconveniente para aquellos seguidores que se habían desplazado a lo largo de la mañana de este martes hasta el aeródromo con la intención de ver de cerca a sus ídolos y arroparles en un momento duro.

Decepción de los aficionados

Luciendo la equipación o portando banderas, decenas de aficionados se agolpaban en la puerta buscando una fotografía, una firma o un recuerdo. Tras conocer que esto no sería posible, cundió un sentimiento generalizado de decepción por la oportunidad malograda y la espera infructuosa. «Hemos perdido y tenían que haber salido a dar la cara. Nosotros estábamos ahí para darles nuestro apoyo, nos da igual, somos incondicionales. Se han confundido saliendo por la puerta de atrás», explicaba una mujer que aguardaba junto a varios jóvenes desde las 10.30 de la mañana.

«En la vida hay que saber perder más que ganar. Ganar sabemos todos», añadía mientras el resto del grupo lucía una pancarta hecha a mano con el mensaje «Siempre con La Roja». En la misma línea se pronunciaba una chica ataviada con una elástica de España: «Me ha parecido fatal, no hay palabras para describir lo mal que lo han hecho. Estoy muy decepcionada porque no es normal».

«Estamos intentando darles nuestro apoyo porque pensábamos que venían un poco bajos de moral y no lo han querido. Esto deberían apuntarlo bien porque ha estado muy feo. Espero que no lo vuelvan a repetir», añadió. Finalmente todos fueron abandonando con resignación el recinto al igual que los miembros de la selección, que comenzarán ahora sus vacaciones veraniegas antes del arranque de la pretemporada con sus respectivos conjuntos.

Susto durante el vuelo

El vuelo de vuelta de las selección española tampoco fue tranquilo. El avión transportaba 204.000 kilos, lo que obligaba al Airbus-330 a hacer una parada técnica en Las Palmas de Gran Canaria. La diferencia horaria la aprovecharon los internacionales para dormir en sus cómodos sofás que se hacían camas.

Ocho horas después del despegue, el vuelo IB2907 había completado los 7.050 kilómetros de distancia entre Curitiba y Las Palmas, donde la parada prevista de dos horas se redujo a hora y quince minutos. Una vez repostado, el vuelo volvió a despegar con cambio de tripulación. Las dos horas y medias finales se hicieron largas a la expedición española que aún digiere la decepción de haber completado el peor Mundial de la historia de la selección, eliminados a las primeras de cambio en la defensa de su corona tras las derrotas ante Holanda y Chile.

Cuando el avión ya iniciaba la aproximación a tierra, ya en Madrid, un rayo iluminó todo y el comandante tranquilizó con un mensaje que confirmó el impacto pero el buen estado de la aeronave. Cinco minutos después y quince antes de lo previsto el aparato tomó tierra sin ningún problema en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas poco antes de las 12,00 horas y los internacionales pusieron fin a su pesadilla.