Números americanos, sensaciones contradictorias

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa EL PERISCOPIO

DEPORTES

27 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Finalizada la fase de grupos del Mundial de Brasil, los datos y las sensaciones se cruzan a la hora de hacer balance.

Los primeros dicen que el dominio americano es incontestable, como manda la tradición cada vez que se celebra una gran cita al otro lado del Atlántico.

Las segundas, las que entran en ese contexto de que para gustos se pintan colores, dejan un poso de decepción, porque no se está viendo un fútbol que enamore. La excepción llega de la mano de Alemania y de Colombia, las dos selecciones que más se han significado por buscar la victoria y no por esperarla. Sin olvidar a Costa Rica, la mayor de las sorpresas, la que más ha desafiado los pronósticos de las casas de apuestas. Y a Holanda, cabalgando a lomos de la mejor versión de Robben. La primera fase deja también el sabor extraño de ver como los dos equipos que protagonizaron el partido más vistoso, igualmente el más entretenido, han dicho ya adiós: Inglaterra e Italia.

Y como en el fútbol todas las transformaciones son factibles, ahora que llegan los partidos sin red, promete el duelo de primeros espadas que sostienen, desde diferentes trincheras, Neymar y Messi. En el Barça no terminaron de mezclar y firmaron un expediente gris. En sus selecciones son gallitos sin competencia, se saben los epicentros. Van creciendo con el paso de las jornadas y quieren dejar su sello.

Pero, sin duda, la mayor de las decepciones en Brasil la ha protagonizado España, zarandeada a las primeras de cambio. Todo le salió al revés a la campeona del mundo.

Como los caminos del fútbol son inescrutables, a ver quien se atreve a avanzar el guion que falta por escribir. Falta lo mejor.