Villar, impermeable a la tormenta

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

DEPORTES

ALBA PEREZ

El mandatario ignoró las críticas de Tebas, ensalzó el trabajo de la sección de fútbol femenino y dijo que se presentará a la reelección porque se lo han pedidoCiclismo Tour de Francia Solo Purito y Nibali cedieron tiempo en la victoria de Majka

16 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ángel María Villar es ajeno a las tormentas que azotan a la Real Federación Española de Fútbol. O, al menos, actúa como si lo fuera. Tras presentarse el martes ante la asamblea de la federación sin rubor alguno a pesar de los escándalos que acompañan su dilatada gestión, ayer acudió a Vigo para inaugurar el nuevo campo de fútbol de Coia, financiado junto con la Diputación de Pontevedra, y no movió ni una coma de su discurso. Al contrario. Rompió su habitual silencio para congratularse de nuevo por el buen año del fútbol femenino español, para destacar que se presentará a la reelección empujado, dice, por la presión popular y para proclamar que «yo soy presidente de la Federación y estoy encantado de relacionarme con todo el mundo, pero encantado», al ser cuestionado sobre si todavía es posible que Federación y Liga encaucen su horrenda relación.

El presidente de la Deputación de Pontevedra y la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, ejerció de cicerone de Villar sobre la hierba sintética de 500.000 euros del nuevo campo vigués, cuya inversión total ronda los dos millones de euros. Más cómodo entre los niños que estrenaban el campo que ante los micrófonos, Villar bromeó dirigiéndose a los chavales con un «el que no juega bien en este campo es porque no sabe», para a continuación tomar parte en el acto protocolario, que incluyó destapar una clásica placa conmemorativa. «Voy a pasar a la posteridad», comentó al ver su nombre grabado en el metal junto al de Rafael Louzán y Abel Caballero, el alcalde vigués que un rato antes, y fiel a su estilo, ya había dejado caer una perla en forma de «tardasteis dos años, pero lo hicisteis bien».

Bajo un sol de justicia y ante un público formado por niños de clubes locales, algunos padres y autoridades, llegó la hora de los discursos con Villar repartiendo agradecimientos a las instituciones, reivindicando la apuesta de la Federación por el fútbol base y justificando con un «España es un país muy grande» la tardanza en atender la demanda del campo federativo vigués. Tras el reparto de mochilas de la Deputación, y luego de hacerse mil fotos con los niños que le reclamaban, llegó el momento de las preguntas de los medios, y en contra de su política de silencio habitual, esta vez Villar sí habló, pero tirando del clásico usted pregunte lo que quiera, que yo responderé lo que me dé la gana.

Oídos sordos a Tebas

Villar hizo oídos sordos a las declaraciones del presidente de la Liga, Javier Tebas, en las que afirmó que lo que cambiaría de la Federación era su presidente, y en lugar de entrar en el tema, soltó un orgulloso discurso sobre el campo que estaban inaugurando para rematar con un «sobre lo que usted me ha preguntado, no contesto».

El presidente de la Federación Española, vicepresidente además de la FIFA y de la UEFA, se mantuvo también fiel a lo dicho en la asamblea sobre la gestión del fútbol femenino y se congratuló de nuevo «porque ha sido un año histórico, el más importante de la historia del fútbol femenino español y tenemos que estar tremendamente satisfechos». Una felicitación que hizo extensivo a un cuerpo técnico que llegó a poner en pie de guerra a las jugadoras españolas tras el Mundial de Canadá, un asunto en el que Villar insiste en mirar para otro lado.

El mandatario parece impermeable a las polémicas que azotan el fútbol español, y ratificó su intención de seguir instalado en su despacho. Se presentará a la reelección porque «el fútbol español, un sector, me ha solicitado que me presente, y me voy a presentar si dios quiere. Luego veremos si me votan o no».

«Yo soy presidente

de la Federación y estoy encantado de relacionarme con

todo el mundo»