La huelga que organizó la ABP hace una semana ha colapsado el brillo del mejor torneo de baloncesto que ofrece nuestro país. Días de teléfono, mensajes, llamadas y un sin parar de presiones para resolver este galimatías. Los jugadores se han salido con la suya. En realidad, son la clave de todo este chiringuito y es lógico. Pero también, la luz que ofrece la Copa del Rey al baloncesto ha estado en entredicho. Analizado el entreacto, vayamos al grano. A lo que de verdad nos importa. Los partidos. El dominio abrumador del Real Madrid en la ACB aparenta extraño. Porque, además, los de Pablo Laso lo hacen sin sus dos jugadores referencia: Sergio Llull y Ayón. En una competición tan igualada, ver solo dos derrotas de los blancos dice mucho a su favor y como han manejado todas las tormentas en el equipo. No lo tendrá nada sencillo Unicaja para dar la sorpresa. Los de Joan Plaza comenzaron la liga con muchas dudas, pero el mes de diciembre y enero ha sido un verdadero coro. Muy firmes los malagueños, con una defensa y una rotación muy interesante. Entiendo que todos demos como favoritos a los blancos, pero la Copa es la Copa, el motor de los sueños de las grandes gestas.
Que se lo digan al Tenerife. Hace una semana estuve con ellos en Vilnius (venían de jugar en Klaipeda contra el Neptunas en la Champions League) y me decía Fran Vázquez lo ilusionados que estaban con dar una sorpresa. Lo corroboraba su director deportivo, Aniano, que insistía en que quieren dar una alegría a su afición y pasar un primer corte. Y claro, el tiempo siempre depara estas cosas. Txus Vidaorreta, entrenador de los laguneros el año anterior, ahora dirige el recital de Valencia. Los actuales campeones de Liga y segundos en la tabla, no pueden fiarse un pelo. Va a ser un partido muy abierto y entiendo que de anotación alta.
Para el viernes nos depara un Gran Canaria frente a Fuenlabrada, el mejor equipo de la Liga en la primera vuelta si tenemos en cuenta el ratio comprendido entre presupuesto, objetivos, plantilla y resultados obtenidos. Fantásticos los del Che. Brillante baloncesto en agresividad y actitud.
Y para cerrar, llegamos como empezamos. Con sobresaltos. El Barcelona cambió a Sito Alonso por Pesic hace apenas una semana. Es un terremoto que un grande haga un movimiento de fichas de este estilo a estas alturas. Así que este partido lo dejo como una caja de sorpresas. Pedro Martínez enderezó el rumbo de la nave vitoriana que dejó algo tocada Pablo Prigioni (otro cambio prematuro con efectos evidentes). No juego ni un euro a este match. Mejor lo dejo para otros. Veremos por donde sale la cita entre blaugranas.