Enric Gallego, de Segunda B a Primera en solo seis meses

Ana Iglesias Lago
Ana Iglesias REDACCIÓN

DEPORTES

El Huesca se refuerza con Enric Gallego.
El Huesca se refuerza con Enric Gallego. EUROPAPRESS

Llega al Huesca, con 32 años, tras haber sido camionero y peón

17 ene 2019 . Actualizado a las 20:33 h.

Lo de Enric Gallego es la historia de un obrero del balón. De esa gente soñadora que no para hasta conseguir su objetivo, pero sin dejar de trabajar ni esforzarse. Un león del área cuya recompensa le llega con 32 años gracias a su primer contrato profesional en la mejor liga del mundo. El Huesca se ha hecho con los servicios del pichichi de Segunda División por lo que resta de temporada y tres más, hasta junio del 2022.

Hasta aquí podría parecer la trayectoria normal de cualquier futbolista. Pero la de Gallego no es normal. Con 27 años seguía compaginando el fútbol con otros trabajos: camionero, obrero de la construcción, gestor de bicicletas de alquiler o incluso instalador de aire acondicionado, fueron algunas de las profesiones que desarrolló el delantero.

Nacido en Martorell, antes de convertirse en el gran protagonista de la categoría de plata, sudó sangre, sudor y lágrimas para convertirse en profesional. Cumplida la mayoría de edad se pasó dos años sin tocar el balón porque su equipo de juveniles fue expulsado de la competición tras una tangana. Con 20 años decidió retomar el fútbol en un equipo de segunda regional. Su talento lo llevó al Cornellá, donde se ganaba la mitad del sueldo como futbolista y la otra mitad trabajando en una empresa de bicicletas de uno de los directivos del equipo. Su primera oportunidad en el fútbol semiprofesional tuvo que compaginarla trabajando como camionero para la empresa de un primo de su madre.

Sin embargo, cuando algunos futbolistas comienzan a plantearse la edad en la que colgarán las botas, Enric Gallego empezaba a atárselas de manera profesional. Con 27 años, en la temporada 2013-14, el Badalona le ofreció un contrato que le permitiría abandonar el pluriempleo para centrarse en su pasión. El Olot fue el segundo equipo en confiar en él, para volver de nuevo al Cornellá y de ahí a Extremadura en Segunda B.

El club de Almendralejo apostó por él en el pasado mercado de invierno, pagando 200.000 euros al conjunto catalán. Y no se equivocó. Acabó la temporada en la categoría de bronce convirtiéndose en el máximo artillero, anotando 29 goles: 18 en el Cornellá y 11 con el Extremadura en una recta final de temporada que acabó con el premio del ascenso a Segunda.

Sus 190 centímetros de altura le han permitido convertirse en un delantero de raza. De esos que no se rinden ni un minuto. Zurdo y muy rápido a pesar de su envergadura, también va bien de cabeza.

Tras patearse campos de arena y barro en Regional, a Enric Gallego hay pocas cosas que le intimiden ya en el mundo de fútbol. La suya es la historia de la superación y de la fe del que la sigue la consigue, con un final feliz cunado menos lo parecía.

Sus 15 tantos en 19 partidos con el conjunto azulgrana le han servido para mostrar parte de su repertorio futbolístico y le han permitido llegar a la cima del fútbol profesional para tratar de sacar del pozo al Huesca, desahuciado en el fondo de la tabla de Primera División a once puntos de la salvación.

Un veterano de casi dos metros pero con la ilusión de un niño y las piernas cargadas de esperanza y goles.