El duelo entre Nadal y Djokovic, broche de oro para la Copa ATP

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

TONY GENTILE | REUTERS

España y Serbia disputarán la final tras imponerse a Australia y Rusia, respectivamente

12 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La clasificación de España para disputar la final de la nueva Copa Davis, celebrada recientemente en Madrid, supuso una gran satisfacción para los organizadores del nuevo formato, que tuvieron al equipo anfitrión jugando la final, con el ídolo del público, Rafa Nadal, conduciendo a su equipo a la victoria.

La ATP, organizadora de la nueva competición que se está disputando en Australia, no va a contar con el equipo aussie en la final, pero va a disfrutar del enfrentamiento entre los que comandan Rafa Nadal, número 1 del mundo, y Novak Djokovic, número 2.

Ambos equipos han alcanzado la final con solvencia. De los 24 que iniciaron la competición divididos en seis grupos, se clasificaron Serbia, España, Rusia, Argentina, Gran Bretaña, y Australia como primeros y Canadá y Bélgica como mejores segundos. Del cuadro eliminatorio, Serbia y Rusia se clasificaron para jugar una semifinal, y España y Australia la otra.

Estas eliminatorias fueron muy similares, ya que los números dos de Serbia y España, Lajovic y Bautista, ganaron con autoridad en dos sets sus partidos, mientras que tanto Nadal ante el joven De Miñaur, como Djokovic frente a Medvedev, pasaron serios apuros para conseguir la victoria.

El partido entre Bautista y Kyrgios enfrentó a dos jugadores diametralmente opuestos. Roberto, serio, consistente, regular y fiable. Nick, con mucho talento, pero anárquico, irregular e inestable. Dada la forma en que se encuentra Bautista, que no ha perdido un solo set en toda la competición, el partido solo se le podría complicar con un gran día de saque del polémico australiano, pero ni su principal arma salvó a Kyrgios de una clara derrota por 6-1 y 6-4.

Tras la derrota ante Goffin, y con las peores sensaciones mostradas por Rafa Nadal, con muy poco descanso dados los horarios de la jornada, el joven De Miñaur, salió a jugar con agresividad y descaro desde el primer punto. Rápido, con un alto ritmo de juego y tirando ganadores desde cualquier lugar de la pista, le rompió el saque al balear en el primer juego, y no dejó que en ningún momento Rafa jugase cómodo.

Tras apuntarse el primer set, el australiano siguió demostrando en el segundo sus enormes posibilidades de futuro y provocando el delirio en los 10.000 espectadores que abarrotaban la pista Ken Rosewall de Sídney. Todo siguió igual hasta el empate a 5 de ese segundo set. Fue en ese momento en el que Rafa aprovechó su primera oportunidad para romper el saque e igualar a un set el marcador. En el tercero, ya impuso su dominio ante un contrario incapaz de mantener el altísimo nivel mostrado. Sufrida victoria de Rafa, una más en su carrera, ante un joven de 20 años, hijo de uruguayo y española, con entrenador español, Adolfo Gutiérrez, residente en Alicante, al que la federación australiana ofreció unas excelentes condiciones para representar a su país y que, sin duda, supone una gran pérdida para el tenis español. Clasificado el 18.º del ránking ATP, sin duda estará entre los dominadores del circuito en los próximos años.

Final incierta

Los partidos entre Djokovic y Nadal suelen ser confrontaciones de gran igualdad y difícil pronóstico. Tras 54 enfrentamientos, la ventaja es mínima a favor del serbio, que suele jugar sus mejores partidos frente al español. El mallorquín le venció la última vez el pasado año en Roma, pero en tierra, ya que la superioridad de Novak en pista dura es de 19 a 7. De hecho, la última victoria de Rafa en esta superficie fue en el US Open del 2013, y el último referente es la final de Australia del pasado año con claro triunfo del serbio.

Cada partido es diferente atendiendo a multitud de factores del momento; estado físico, anímico, motivación, características del rival, trascendencia… En este caso, está por medio el que juegan representando a su país, y que su resultado es decisivo para inclinar la victoria a un lado o hacia el otro. Es una responsabilidad distinta, añadida a la que tienen cuando compiten individualmente, y también en ello ambos han demostrado un extraordinario carácter en asumir y disfrutar con esa responsabilidad.

Obviamente, la derrota de Serbia en Madrid, y el inmaculado camino que lleva España en las dos competiciones nos otorga una ligera ventaja. Fundamentalmente, porque el extraordinario estado de forma de Roberto Bautista refuerza la confianza en que supere a un difícil rival como Dusan Lajovic, al que ya ha ganado en sus tres enfrentamientos anteriores, y, también, porque en el caso de que sea el doble el que decida, España tiene más y mejores opciones que su rival.

En definitiva, que España está muy cerca de ganar las dos competiciones más importantes por equipos del mundo, en una final soñada por todos como un extraordinario preámbulo del primer grand slam del 2020.