Esperpento innecesario

Xose R. Castro

DEPORTES

13 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Barcelona está cometiendo errores más propios de Florentino Pérez que de un equipo que un día no muy lejano era ejemplo de estabilidad deportiva con una hoja de ruta inalterable a prueba de resultados.

Porque desde que el Barça quedó eliminado en la Supercopa de Luis Rubiales, en el Camp Nou se han vuelto locos. No pasó nada cuando el Roma de la nada los envió a casa y los dejó sin Champions. Tampoco cuando el rock and roll de Klopp sonó a música celestial ante un equipo incapaz de defender jugadas elementales con tres goles de renta. La locura llega en uno de los partidos en donde más mereció el Barça, muy superior hasta la locura final ante un Atlético atrincherado. En un año en donde la decadencia del juego partido a partido era algo evidente, a la cúpula culé le entra el pánico cuando se ve fuera de una final, aunque sea de un torneo menor.

Y en esa histeria se reúnen con Xavi a los ojos del mundo para ofrecerle el puesto de entrenador sin cortarle la cabeza antes a Ernesto Valverde. Ahora el que fuera metrónomo culé dice que no, que más adelante, y se busca una tercera vía e incluso se piensa en un perico confeso como Pochettino. ¿Y si le falla, con qué cara Bartomeu y demás miembros de la larguísima directiva le van a mirar a la cara al Txingurri si continúa en el Barça?

La fase menguante de Valverde en el Barcelona no es algo nuevo. Falló en la Champions a la primera, repitió en Europa y en la Copa del Rey a la segunda y todo puede ir a peor en la tercera pese a tener en un momento excepcional al mejor jugador de todos los tiempos.

Pero la decisión que amenaza con ser drástica llega demasiado tarde o demasiado temprano. Pudieron prescindir del técnico en el verano y se plegaron al omnipresente poder del vestuario, o pudieron esperar a junio para anunciar el fin de ciclo.

Porque además, en el Barcelona, el éxito y el fracaso dependen en gran medida del momento de Messi en el día D. Todo lo demás, gestión de grupos, estrategias y planes de partido, pasa a un segundo término. Claro que si Leo tuviese a Xavi e Iniesta a su lado sería un poco más fácil. Porque al 10 también lo han dejado demasiado solo, igual que a Valverde.