Un gol de Carrasco al filo del descanso derrotó a un rival menor, que se descuelga a nueve puntos de los colchoneros y lamenta la lesión de Piqué
21 nov 2020 . Actualizado a las 23:10 h.Después de casi una década como dueño y señor del banquillo del Atlético de Madrid, parecía imposible que al 'Cholo' Simeone le quedase aún una barrera por derribar en Liga, pero sí, ahí estaba. Hasta ayer. El Atlético doblegó al fin al Barça en duelo liguero con el argentino como entrenador y dejó claro que a día de hoy es el principal candidato a llevarse este campeonato. Ni la ausencia de Luis Suárez en un día que el delantero uruguayo tenía marcado en rojo en el calendario desde que se vistió de rojiblanco por primera vez ni la falta de dos alternativas para el centro del campo como Herrera y Torreira. Ni siquiera una versión más humana de Joao Félix impidió que el equipo colchonero diera un golpe encima de la mesa, dejando muy tocado a su rival.
Con Ousmane Dembélé en el once azulgrana, en busca de verticalidad y desborde ante la ausencia de Ansu Fati, el francés avisó pronto de que iba a ser un auténtico dolor de cabeza para Mario Hermoso. Apenas minuto y medio tardó en generar peligro con un centro que remató alto mediante un escorzo su compatriota Griezmann. El equipo de Ronald Koeman trató de hacerse dueño del partido ante este Atlético más ofensivo que nunca en la etapa Simeone, pero su rival avisó mediante la contra, mediante un disparo de Saúl con la zurda que Ter Stegen desvió a saque de esquina como si se tratase de una acción rutinaria y no de un paradón. No fue el único aviso colchonero en los primeros minutos, pues Marcos Llorente, que tanto hace daño como interior derecho, aprovechó un buen pase de Koke y su potencia física para plantarse en el área y estrellar su violento disparo en el tembloroso larguero rival.
El partido era un toma y daca. Sólo faltaba la aparición de Messi y el argentino entró en escena con un intento de repetir aquel gol del Villamarín, fruto de una vaselina con su zurda de oro. Sin embargo, la mejor arma ofensiva culé seguía en las botas de Dembélé. Hermoso tomaba aire como podía, ayudado por Carrasco en labores defensivas pero exigido al máximo por el despliegue físico del galo, tan díscolo fuera del césped como explosivo dentro.
Al Barça le faltaba control en el centro del campo y juego por dentro, con Pjanic y De Jong incapaces de generar juego y Messi y Pedri prácticamente inadvertidos, y el partido fue entrando en una fase muy lejana respecto al vértigo inicial, con otro virtuoso como Joao Félix también lejos de los focos. Solo la incombustible y casi telepática conexión entre Alba y Messi animó el valle en el que se había convertido el duelo, pues el lateral encontró al '10' en un desmarque invisible para la defensa atlética, pero éste no pudo superar a Oblak. Parecía que el descanso iba a llegar sin goles y entre bostezos, pero en esas Correa robó un balón en campo propio, dibujó un magnífico pase en profundidad para la velocidad de Carrasco y el belga superó con habilidad una salida algo precipitada de Ter Stegen para luego ejecutar sin piedad a puerta vacía.
Lesión de Piqué Con el partido cuesta arriba, el Barça estaba más obligado que nunca a reaccionar, si es que el hecho de poder descolgarse a nueve puntos de un rival por el título tan pronto no era ya suficiente presión de inicio, pero ni por esas. Tras el paso por vestuarios el Atlético se hizo más fuerte y no dejó un duelo individual en manos de su rival. El equipo azulgrana, entregado al poderío aéreo de Lenglet como mayor peligro, recurrió a Coutinho para cambiar el guión, con Pedri como damnificado. Por si el panorama no fuese lo suficientemente preocupante para el equipo azulgrana, Piqué se lesionó en un gesto muy feo, tras caer Correa sobre su primera derecha. Koeman tragaba saliva en el banquillo, consciente de que perder a un pilar en una posición en la que apenas dispone de alternativas es una catástrofe, y el central se fue casi entre lágrimas, sabedor de que algo grave podía haber ocurrido.
Quedaba por ver si el Barça sería capaz de reaccionar al marcador y al mazazo moral de perder a su gran baluarte defensivo. Lo cierto es que trató de volcarse el equipo catalán sobre la meta de Oblak, pero le faltó instinto asesino y dinamismo e intensidad en sus jugadores, pues por momentos parecía que era el Atlético el que iba por detrás en el marcador. Con cambios para proteger una victoria capital y Koke como mariscal y en pleno estado de forma, algo que ya demostró con la selección, el equipo del Metropolitano se hizo acreedor de una victoria merecida, que por si había alguna duda, deja a las claras que aspira a todo en esta Liga.
Ficha técnica
Atlético 1-0 Barcelona
Atlético: Oblak, Trippier, Savic, Giménez, Hermoso, Marcos Llorente (Diego Costa, min. 73), Koke, Saúl, Carrasco (Felipe, min. 91), Joao Félix (Lemar, min. 84) y Correa (Kondogbia, min. 84).
Barcelona: Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué (Sergiño Dest, min. 62), Lenglet, Jordi Alba, Pjanic (Braithwaite, min. 83), Frenkie de Jong, Dembélé, Messi, Pedri (Coutinho, min. 57) y Griezmann (Trincao, min. 83).
Gol: 1-0: min. 45+2, Carrasco.
Arbitro: Munuera Montero (Comité andaluz). Amonestó a Koke, Carrasco, Savic y Giménez por el Atlético.
Incidencias: Partido de la décima jornada de la LigaSantander disputado en el Wanda Metropolitano a puerta cerrada.