Un Deportivo sin fútbol sigue sin reaccionar, ahonda en su crisis y hace el ridiculo frente a un rival superior que lo dominó de principio a fin

Pedro Barreiros
Redactor

El Dépor naufragó frente a un Compostela que lo dominó en la primera parte y lo golpeó sin compasión tras el descanso. Solo hubo un color en el derbi de Riazor: el verde de un equipo santiagués desatado. Ni la polémica del primer gol, que llegó tras una clara falta sobre Mujaid, ensombreció un triunfo incontestable para un cuadro visitante que se mostró en cuanto a juego muy superior a un rival sin las ideas claras y con muchos futbolistas muy lejos de una versión aceptable.

Los coruñeses, que confiaron su reacción hace dos jornadas a Rubén de la Barrera, enlaza cinco jornadas sin ganar y cada vez ve más lejos al líder Unionistas, próximo adversario en un Riazor mudo. El Compos, que llegaba después de tres partidos sin marcar un gol, anotó dos, pero evitó con numerosos cambios en los instantes finales hacer sangre en un adversario desnortado.

Ni el Dépor ni el Compostela acabaron satisfechos la primera parte. Los visitantes, que se sabían al dedillo la lección, dominaron el ritmo del juego, pero no tradujeron su superioridad en el marcador. En parte, por su mala puntería, en especial al arranque del encuentro. A los tres minutos, tras una gran jugada por la derecha de Miki Villar, el balón se quedó de caramelo para Saro, que chutó alto.

El inicio del Dépor casi dio grima. Siempre llegó tarde a los caminos por los que transitaba su rival, de menos postín, pero con las ideas mucho más asentadas. Los locales corrían como pollo sin cabeza, mientras el Compos, una orquesta perfectamente afinada sobre el tapete de Riazor, marcaba el ritmo con llegadas que hicieron mucho daño a los coruñeses, pues se plantó con relativa facilidad en las inmediaciones de Abad. En esta faceta, el equipo de De la Barrera se agarró a los de siempre, sus centrales Mujaid y Granero, inasequibles al desaliento a la hora de achicar agua.

Ni siquiera Rolan, que volvía al once, se pareció al jugador decisivo de sus tres primeras jornadas. Jugó lejos del área contraria, pero con libertad para aparecer entre líneas o incluso en banda y pagó caro la espesura deportivista. El equipo coruñés sigue en la pretemporada de su nuevo estilo y jugó como atragantado cada vez que pasa la línea de mediocampo. La falta de conceptos claros se tradujo demasiadas veces en carreras individuales contra el mundo, especialmente en los casos de Galán y Lara, mientras Claudio Beauvue siguió con la tónica habitual de los delanteros deportivistas hasta ahora: inédito.

La profundidad de Derik, un central infiltrado como lateral derecho, se convirtió en la mejor solución a los problemas blanquiazules. Un centro de este, rematado por Galán, pero desviado a córner por un defensa, se convirtió en la única ocasión deportivista para chutar sobre la meta de Pato Guillén, un espectador más todo el primer período.

La segunda parte arrancó alocada y de área a área. Nada más salir, el Dépor perdonó por medio de Beauvue, quien se encontró un balón perdido en la frontal, pero no supo armar la pierna para chutar con todo a favor. El Compos se adelantó en la continuación de la jugada, aunque con polémica. Juampa se la robó en clara falta a Mujaid y se sacó un centro al segundo palo que Miki Villar devolvió al corazón del área pequeña para que Brais Abelenda fusilase a Abad.

Con el Deportivo grogui, Guille Torres remató alto a puerta vacía tras un rechace. De área a área, Beauvue reclamó penalti tras un centro de Rolan, pero el árbitro volvió a mirar para otro lado. La expulsión de Mujaid, que se ganó una tarjeta en la protesta del gol y otra poco después por frenar en falta un contragolpe compostelanista, lanzó al Dépor en busca de la heroica. La sentencia llegó precisamente tras un ataque coruñés. Pato Guillén sacó en largo, Salva Ruiz falló en el despeje y Miki Villar, tras regatear en velocidad a Abad, marcó a puerta vacía. La hazaña del Compos tiene que hacer pensar a un Dépor que no ve el fondo de su crisis.

Ficha técnica:

Deportivo: Carlos Abad, Derik, Mujaid, Granero, Salva Ruiz, Lara (Adri Castro, min 68), Celso Borges, Álex Bergantiños (Gandoy, min 76), Borja Galán (Miku, min 76), Diego Rolan y Claudio Beauvue (Valín, min 68).

Compostela: Pato Guillén, Saro, David Soto, Guille Torres, Jimmy, Pablo Antas (Gabri Palmás, min 75), Bicho (Álvaro Casas, min 84), Josiño (Roberto Baleato, min 75), Miki Villar, Juampa (Hugo Sanmartín, min 65) y Brais Abelenda (Samu, min 84).

Goles: 0-1, min 51: Brais Abelenda. 0-2, min 75: Miki Villar.

Árbitro: Ávalos Martos (Comité catalán). Expulsó a Mujaid por doble amarilla (min 52 y 64). Amonestó a Beauvue, Salva Ruiz y Adri Castro.