
Los 'blues' conquistan la segunda Champions de su historia con un gol de Havertz y otro recital táctico de Tuchel
29 may 2021 . Actualizado a las 22:59 h.Tendrá que esperar Pep Guardiola para ceñirse su tercera corona europea. Un Chelsea soberbio redujo al Manchester City en Do Dragao y se proclamó campeón de Europa por segunda vez en su historia.
Los 'blues' validaron así la apuesta que hicieron en enero por Thomas Tuchel. El preparador germano, que venía de ser despedido por el PSG menos de cinco meses después de llevar al conjunto parisino a las puertas de la gloria, obtuvo en Oporto lo que el Bayern de Múnich le negó en Lisboa el curso pasado. Ha edificado en tiempo récord un conjunto de granito que maximiza sus recursos ofensivos pese a carecer de un artillero consumado y volvió a dar un recital táctico en el templo de 'Los Dragones' que tuvo en Kanté, 'Man of the Match' del duelo, al perfecto símbolo de la entrega de un grupo que tras dejar por el camino a Atlético, Oporto y Real Madrid, tumbó a otro mastodonte para que César Azpilicueta se convirtiese en el primer español que levanta la 'orejona' capitaneando a un equipo extranjero.
Un gol de Havertz, el fichaje más caro entre las rutilantes incorporaciones del Chelsea el verano anterior, le sirvió a la escuadra londinense para dar cuenta de un City que fue incapaz de asaltar el fortín 'blue' en sus numerosas intentonas. A partir de ahí tiró de suficiencia defensiva para entronizarse.
Nueve años después de reinar en el Allianz Arena, aquel cuadro que tutelaba el italiano Roberto Di Matteo y abanderaba el costamarfileño Didier Drogba sobre el verde ya tiene relevo en las huestes de Tuchel, tan fieras o más que aquellos.
Había prescindido el Guardiola más heterodoxo, romántico y valiente de mediocentro defensivo, sacrificando tanto a Rodri como a Fernandinho, para configurar una medular rebosante de creatividad, pero terminó pagando la falta de equilibrio ante el grupo de Tuchel, al que le salió redonda por el contrario su apuesta por Havertz como enganche con Werner. El ex del Bayer Leverkusen justificó de una tacada una incorporación que durante buena parte del curso fue criticada.
Pese a que sobre el césped de Do Dragao rivalizaban dos equipos de cemento, la final entregó un inicio eléctrico. Mendy salvó a las bravas un mano a mano con Sterling que vino preludiado por uno de esos envíos magistrales a los que acostumbra Ederson, mientras Werner desperdiciaba dos oportunidades pintiparadas: primero rematando al aire un estupendo pase atrás de Havertz y luego golpeando mordido un servicio de Mount. Incluso Kanté se asomó con peligro al área del City, cabeceando desviado un medido centro al segundo palo de Chilwell desde la izquierda.
Sufría el City sin más sostén en la divisoria que Gündogan y Bernardo Silva, porque a Foden le podía la naturaleza y apenas volanteaba, lo que concedía superioridad en la divisoria al Chelsea. Pese a ello, el talento de la academia 'citizen' pudo haber puesto en ventaja al cuadro mancuniano, de no mediar un prodigioso esfuerzo al cruce de Rüdiger. Tampoco es que el partido discurriese plácido para Tuchel, al que una lesión de Thiago Silva le obligó a modificar la zaga antes del descanso, pero el teutón se anotó con todo la primera mano en su batalla táctica con Guardiola. Porque los 'blues' aguijoneaban una y otra vez en transición desbordando a Gündogan y Bernardo Silva, poco aptos para colocar el cepo. Una vía que les permitió abrir el marcador al filo del descanso.
Un saque de Mendy activó un ataque vertiginoso en el que Werner abrió pasillo con su desmarque a Havertz, que recibió un estupendo pase filtrado por Mount, quebró a la izquierda para vencer la salida de Ederson y ajustó a la red. Mahrez roza el empate Aunque el City se había impuesto por un ligero margen en el apartado de la posesión, se marchó al entreacto con deberes, desprovisto de la profundidad habitual y sin piernas suficientes para sujetar a un Chelsea feroz a la carrera.
Mantuvo sin embargo sus cartas Guardiola para una segunda parte en la que un encontronazo entre Rüdiger y De Bruyne dejó fuera de combate al belga, con el consecuente perjuicio que le acarreó al City la pérdida de su mejor futbolista. Reaccionó el técnico catalán alistando a Gabriel Jesus, pero no era el día de los celestes, que reclamaron sin suerte un penalti por mano de James que Mateu Lahoz no vio punible. Tardó mucho Guardiola en recurrir a Fernandinho como ancla mientras el City subía líneas en busca del empate ante un Chelsea bien parapetado atrás que descolgó a Havertz como referente arriba, después de que Werner dejase su sitio a Pulisic, para cazar un contragolpe que valiese la sentencia. Sufrieron los 'blues' con las acometidas del campeón de la Premier, pero se batieron como jabatos para abrochar la victoria.
Azpilicueta frustró en el área pequeña un pase a Gündogan que era gol cantado. Pero también pudo poner la puntilla el cuadro de Tuchel en un mano a mano de Pulisic con Ederson que ganó el arquero. Con el crono apretando como nunca, Guardiola se encomendó a Agüero, tantas veces salvador de un equipo cuyo ascenso no se entiende sin el olfato y el innegociable compromiso del argentino, a la vez que Tuchel metía aún más cemento con la entrada de Kovacic. Ya a la desesperada, Mahrez rozó el empate sobre la bocina con un remate tan poco ortodoxo como venenoso, pero el esférico se marchó por centímetros y Oporto se tiñó de azul. Europa sigue siendo un obstáculo infranqueable para el City.
Ficha técnica:
Manchester City: Ederson; Zinchenko, Dias, Stones, Walker; Gündogan, De Bruyne (Jesús, m.59), Silva (Fernandinho, m.64); Sterling (Agüero, m.77), Mahrez y Foden.
Chelsea: Mendy; Chilwell, Rudiger, Silva (Christensen, m.38), James, Azpilicueta; Jorginho, Kanté; Mount (Kovacic, m.80), Werner (Pulisic, m.66) y Havertz.
Goles: 0-1, min. 42: Havertz.
Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz (ESP). Amonestó a Gündogan (m.35) y Gabriel Jesús (m.88), por parte del City, y a Rudiger (m.57), por parte del Chelsea.
Incidencias: final de la Liga de Campeones disputada en el estadio de Do Dragao (Oporto) ante 14.110 espectadores.