José Manuel Santos, de Laxe: 106 horas de ultratrail por los Alpes italianos y solo 10 de sueño

Melissa Rodríguez
Melissa Rodriguez CARBALLO / LA VOZ

DEPORTES

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El atleta viene de superarse tras completar los 366 kilómetros del Tor des Géants. De cerca de 1.200 participantes, solo cruzaron la meta 408. Él lo hizo entre los 80 mejores

24 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel Santos (Laxe, 1973) está hecho de otra pasta. El pasado día 15 completó 366 kilómetros de ultratrail por los Alpes italianos (24.000 metros de desnivel positivo acumulados). Lo hizo tras 106 horas de carrera (4 días y 10 horas) en el Tor des Géants. Era la primera vez que se probaba en una prueba de más de 200 kilómetros y la superó con creces. No solo logró cruzar la meta, que es lo más difícil de estas citas de riesgo extremo, sino que lo hizo en muchas menos horas del tope fijado, 150. Gran parte del éxito residió, también, en que solo durmió unas 10 horas en refugios, mayoritariamente, en el cómputo total de la ruta. Además, quedó entre los 80 mejores. Eran cerca de 1.200 corredores de todo el mundo, de los que tan solo menos de la mitad concluyeron el trayecto en Courmayeur, municipio de la región autónoma del Valle de Aosta que limita con Francia y Suiza. Fue un recorrido circular, con salida en el mismo punto el día 11.

«Foi unha aventura incrible que non esquecerei na miña vida», dijo el corredor que cumplirá en diciembre 49 años. «Non levaba ningunha estratexia pois, ao ser a primeira vez que a facía, só aspiraba a acabala. Aínda non asimilei o que conseguín», añadió. Ya piensa en repetirla en un futuro no muy lejano y en superarse: «Hai moita marxe de mellora. Podo poñerme nas 90 horas». A destacar, que «nunca» se vio sobrepasado por la situación, relata. De hecho, traslada que realizó los últimos 50 kilómetros a un ritmo muy bueno: «Sempre me atopei forte, sen sufrir alucinacións, e nunca quixen abandonar».

En las primeras 72 horas (tres días), no durmió. Fue el miércoles cuando sí que tuvo que recuperar horas de sueño debido a que le impedía avanzar. Otras paradas hizo, por supuesto, para descansar algo, recibir algún masaje, realizar alguna cura o comer.

Más kilómetros sumó en coche, 4.000 aproximadamente, para ir a Italia y volver desde Laxe. Su novia lo acompañó y le sirvió de apoyo. Desde Zas, la agrupación deportiva Monte Brondo, y otros muchos amigos y familiares de otros puntos lo animaron. Por todos ellos hizo esta carrera de fondo, expresó ayer. «Ademais, para min é un desafío, e estas citas sempre me aportan moitas cousas. Sobre todo, as paisaxes», añadió. Respecto a esto último, las encontró de todo tipo, asegura. A él lo que más le llena son los picos más altos, de hasta 3.300 metros, pese a las largas cuestas que hay que subir para alcanzarlos. «Son zonas nas que só van as persoas, a pé ou a carreira, con tramos moi perigosos», describe.

Fue la tercera carrera de más de 100 kilómetros que realizó este año, y la segunda que completó. El 9 de octubre, ni un mes después de este inmenso esfuerzo, acudirá a Luíntra, en Nogueira de Ramuín (Ribeira Sacra), a hacer una distancia de 50 kilómetros para «estirar as pernas».