Sergio Vallejo: «Si no fui antes al Dakar fue por falta de tiempo y presupuesto»

DEPORTES

Manuel Guede

El «lobo de Meira» correrá por primera vez la prueba este año a bordo de un Century de casi 400 caballos fabricado en Sudáfrica

08 nov 2022 . Actualizado a las 20:47 h.

Sergio Vallejo (Meira, Lugo, 1967) volverá a comer las uvas en Arabia Saudí. Pero esta vez no como asistente de su hermano Diego y de Óscar Fuertes en el Rali Dakar, sino como un piloto más de la prestigiosa y exigente carrera que arrancará el 31 de diciembre a orillas del Mar Rojo y concluirá 15 días después en Dammam, en el corazón del Golfo Pérsico. Un reto que es el resultado de meses de arduo trabajo por parte del «lobo de Meira» para encontrar los apoyos necesarios y cumplir un sueño.

—¿Cuánto tiempo llevaba queriendo competir en el Dakar?

—Desde siempre, aunque más intensamente desde el 2020 cuando estuve allí con mi hermano Diego. Siempre lo vi como una posibilidad muy lejana, pero este año se me presentó una buena oportunidad y no lo dudé.

—¿Qué se lo impedía?

—Si no fui antes al Dakar fue por falta de tiempo y presupuesto. Cuando estás centrado en otros campeonatos apenas tienes disponibilidad para encontrar los apoyos y los medios necesarios. Es una carrera muy cara.

—¿De cuánto presupuesto estamos hablando?

—Para un coche de primera categoría, como es mi caso, necesitas alrededor de 250.000 o 300.000 euros. Es muy caro.

—¿Con qué coche correrá y de qué características?

—Es un Century, un coche fabricado en Sudáfrica que yo vi por primera vez en el 2020 en manos de Serradori, un piloto francés, y me gustó mucho. Tiene un motor V8 de 7.000 centímetros cúbicos y unos 380 caballos. Es de tracción trasera, lo que permite usar neumáticos más grandes, y tiene autoinflado, con lo que puedes variar la presión de las ruedas sin bajarte del coche.

—¿Solo se fabrica para el Dakar?

—Sí, es exclusivo del Dakar. Seremos unos seis o siete pilotos con ese coche.

—¿Cuál sería su precio en el mercado?

—Comprándolo nuevo costaría 400 y pico mil euros. En mi caso es un alquiler.

—Con semejante bólido volará por el desierto.

—Podría alcanzar una velocidad máxima de unos 200 kilómetros por hora, pero está limitado a 170 por seguridad.

—Ya tuvo ocasión de probarlo por el desierto. ¿Qué le ha parecido? ¿Es cómo esperaba?

—Va muy bien. Tiene una conducción muy parecida a la del Porsche de tierra que conduje durante el 2017 y el 2018. Es un coche muy voluminoso, predecible y fácil de pilotar.

—El también lucense Mario Tomé será su copiloto. ¿No pensó en su hermano para recordar viejos tiempos?

—Diego ya lleva seis Dakar hechos y terminados y está muy cotizado. Es una carrera en la que los copilotos son muy importantes y él volverá a participar con Óscar Fuertes.

—¿Qué es lo más importante en una carrera tan larga y en condiciones tan extremas?

—Cuidar bien la mecánica. Es un recorrido muy duro, con piedras, las dunas también castigan mucho... Asimismo es fundamental una buena comunicación con el piloto porque la navegación es muy complicada.

«Me gustaría acabar entre los mejores debutantes»

Campeón de España de rali en el 2009 y el 2014, Vallejo afronta su primera experiencia en el Dakar con ambición y respeto.

—¿Qué es lo que más le preocupa?

—Es mi primera vez, me preocupa casi todo. Ha habido campeones del mundo de rali que no lograron ganar la prueba ni en su primera ni en su segunda participación. Eso ya lo dice todo sobre su exigencia. Me gustaría acabar entre los mejores debutantes, pero si en algún momento tengo sensación de riesgo bajaré el ritmo porque mi objetivo principal es cruzar la meta.

—El punto más crítico del recorrido es la inmersión en el Empty Quarter. Dos días en un mar de dunas sin asistencia mecánica.

—Es una zona de muchos kilómetros en la que no hay absolutamente nada, solo arena. Se les llaman etapas maratón. Hacemos el trayecto de ida, pasamos la noche allí, solo los participantes porque es verdad que no hay asistencia, y al día siguiente, la vuelta. Impresiona un poco.