De la mano del técnico alemán, con pasado en el grupo Red Bull, el país centroeuropeo ha asegurado su billete a la Eurocopa del próximo año
23 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En marzo del año 2022, la selección de Austria se despidió de sus opciones de clasificación al Mundial de Catar tras caer en las semifinales de la repesca ante Gales (2-1). Algo más de año y medio después, los centroeuropeos han dado la sorpresa en el grupo F de clasificación a la Eurocopa del 2024, compitiendo de tú a tú con la Bélgica de Domenico Tedesco.
La responsabilidad del renacer de la selección austríaca, más allá de los propios jugadores, debe atribuírsele al alemán Ralf Rangnick, que ha conseguido convertir a un equipo poco convincente en otro que engancha a los aficionados.
el pasado
Fútbol austero, con poca personalidad
Desde enero del 2018 y hasta abril del 2022, el dueño del banquillo fue el alemán Franco Foda. Durante dicha etapa, Austria desplegaba un fútbol innecesariamente defensivo, austero y poco atractivo, que, además, rara vez le aportaba buenos resultados.
Más allá de su gestión sobre el terreno de juego, el gran problema de Foda llegaba en su relación con los futbolistas, sobre todo aquellos en grandes equipos de las ligas más llamativas de Europa, como David Alaba o Marcel Sabitzer. La presión que el técnico alemán ejercía sobre ellos, junto a la mentalidad defensiva que llevaba por bandera, ocasionó la pérdida de interés del aficionado, y, por consiguiente, que los estadios austríacos apenas completasen media entrada cuando el combinado nacional entraba en escena. Poco después, fue la federación quien perdió la confianza en Foda.
ralf rangnick
Propositivo y en contacto con los jugadores
Rangnick, el elegido entonces para reconducir el destino del equipo, no era un desconocido para el gran público del país centroeuropeo. El técnico de Stuttgart había tenido un papel fundamental en el desarrollo de la red deportiva de Red Bull, empresa en la que aterrizó en el 2012 como director de fútbol del Salzburgo y del Leipzig, proyectos aún en pañales.
El técnico, enfocado principalmente en el desarrollo de jóvenes talentos en los diferentes equipos conveniados, alcanzó como ejecutivo más de 270 millones de euros en beneficios de traspasos de todo el grupo futbolístico de Red Bull.
Aunque su carrera como entrenador no fue tan exitosa, Rangnick es considerado por muchos como «el padre de la contrapresión», estilo futbolístico popularizado por Jürgen Klopp en el Borussia Dortmund y en el Liverpool.
Con su llegada al banquillo austríaco, Ralf Rangnick no renunció a su apuesta: un fútbol atractivo, con la presión tras pérdida y buen trato de balón como condiciones indispensables. Para su fortuna, se encontró en la selección de Austria un grupo de jugadores que entendían su propuesta. Una de las grandes diferencias del técnico frente a Franco Foda es el trato con sus futbolistas. Rangnick entendió la importancia de generar vínculos con sus jugadores para comprender cuáles son sus situaciones personales y adaptarse a ello.
«Cuando firmaron a Ralf, todo el mundo lo conocía. Todos éramos conscientes de su trabajo, sus métodos y su pasado. Era necesario traer a alguien como él para el puesto de seleccionador para cambiar la forma en la que el jugador austríaco encara las expectativas. Si con un 80 % nos sirve, vamos con el 80 %. Él ha cambiado esa forma de ver el fútbol», afirmaba Sebastian Prödl, exjugador de la selección y colaborador en el canal austríaco Servus TV.
apuesta
La Admiral Bundesliga vuelve a importar
La llegada de Rangnick contó con un aliciente: el técnico alemán se mudó a Austria para vivir más de cerca el día a día de los jugadores de la competición nacional, olvidada en gran parte por los anteriores entrenadores. Conocedor de la liga tras su paso por el Salzburgo, decidió que la Admiral Bundesliga austríaca sería uno de los motores de sus convocatorias.
Entre los jugadores escogidos para los encuentros frente a Estonia y Alemania, hasta seis forman parte de ella: Alexander Schlager, Tobias Lawal, Samson Baidoo, Matthias Seidl, Manprit Sarkaria y Maximilian Entrup. Sin embargo, en los últimos meses también ha hecho debutar a una decena de futbolistas de la Admiral Bundesliga.
desafío
Recuperar la confianza del aficionado austríaco
Desde que aterrizó en el banquillo, Rangnick ha querido ir más allá de la gestión deportiva. Conocedor de la falta de identificación de los aficionados con la selección, intentó algo inédito hasta el momento: que los partidos como local no tendrían por qué jugarse en el estadio Ernst Happel de Viena.
Así, el entrenador alemán ha conseguido llevar al combinado nacional al Raiffeisen Arena de Linz, aunque todavía continúa intentando acercar al equipo al Allianz Stadion de Viena, con la dificultad añadida de bregar con la oposición de los ultras del Rapid. «No le tiene miedo a la política ni a los ultras. Creo que es valiente», señala el periodista especializado Tom Middler.