Carlos Sainz y su alegato sobre la edad en «El Hormiguero»: «A los 61 años hay sueños que se pueden cumplir»

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Carlos Sainz durante su entrevista en «El Hormiguero» tras proclamarse campeón del Dakar
Carlos Sainz durante su entrevista en «El Hormiguero» tras proclamarse campeón del Dakar Antena 3

El piloto madrileño, que acaba de proclamarse ganador del Dakar, todavía no se plantea una retirada de la competición

31 ene 2024 . Actualizado a las 10:47 h.

A punto de cumplir 62 años y tras convertirse en ganador del Rali Dakar por cuarta vez en la historia, Carlos Sainz se ha sentado este martes en El Hormiguero para hablar sobre cómo ha vivido la experiencia y cómo, en esta ocasión, había decidido afrontar la competición con una actitud diferente. «Me propuse disfrutar de la carrera y no agobiarme. Y debo reconocer que lo he conseguido. He tratado de divertirme, de disfrutar, de ver el vaso medio lleno...», explicó a Pablo Motos.

El piloto madrileño y su infatigable compañero y copiloto Lucas Cruz hicieron historia el pasado 19 de enero al convertirse en los primeros corredores en alzarse con la victoria del Dakar con un coche híbrido. A pesar de no ganar ninguna etapa, Sainz y Cruz se exhibieron durante buena parte de la competición y en las tres etapas más complicadas fueron los verdaderos protagonistas. 

La visita del cuatro veces campeón del Dakar y bicampeón del mundo de ralis al programa de Motos se convirtió en un alegato sobre la edad. «Con la edad se disfruta más porque valoras otras cosas, tienes otra perspectiva de cuando eres joven y, además, venía de un accidente el año pasado en el que sufrí la fractura de dos vértebras. Me hacía especial ilusión hacerlo bien porque al final, después de lo del año pasado, uno siempre duda si volver o no volver, pero la verdad es que me apetecía volver e intentarlo», explicó el piloto. 

Sainz dejó claro que a sus 61 años todavía no se plantea una retirada de la competición y que piensa en volver a disputar el Dakar. «Mi mujer Reyes ya me ha dado permiso, pero no sé si habrá un proyecto o alguna marca que me apetezca. Si voy, intentaré hacerlo lo mejor posible», dijo el piloto.

 «En esta edición había gente que dudaba de ti», expuso Motos. «Creo que es normal, pero yo tenía confianza en que podía hacerlo bien, porque si no, no habría ido al Dakar. También teníamos toda la confianza en el equipo, mucha gente, muchos amigos que se han alegrado un montón, el cariño del público», contestó Sainz. «También a los 61 años hay sueños que se pueden cumplir. Siempre digo que tengo una imaginación brutal porque he soñado muchas cosas y algunas se han cumplido. Es sano soñar», explicó. «Hoy hace 32 o 33 años que gané mi primer Rali de Montecarlo. Si me lo hubieses preguntado ahí, '¿crees que con 60 o 61 años vas a estar corriendo?', seguro que te diría que no».

Sobre en qué nota Sainz el paso de los años, Sainz explicó que ahora se toma las cosas con otra filosofía. «Creo que los pilotos jóvenes me respetan. Lo bueno del deporte es que hay referencias, llegan los jóvenes y te dan una patada, eso es sanísimo y estupendo. Yo sigo pensando que puedo, aunque no soy el mismo que hace 10 años. No soy el mismo que hace cinco, siete, diez años... Por ejemplo, me hacen faltan gafas, te tienes que preparar más físicamente. Más y diferente», confesó el campeón del Dakar. 

Pablo Motos quiso saber qué zona del cuerpo sufre más en una etapa de un rali tan exigente como el Dakar. «En mi caso, personalmente, lo que más sufre es el cuello, porque el coche es una especie de coctelera y en las dunas recibe muchos golpes. Después la zona lumbar, porque ya llevo unos cuantos kilómetros y tengo un problema en un disco. Y luego el culo también sufre porque no llevo mucha gomaespuma debajo para sentir bien el coche y al final cuando estoy cinco o seis horas botando, me acaba doliendo», resaltó Carlos Sainz.

Habló de la visita sorpresa de su familia en la última etapa, que fue de lo más especial de su experiencia en el Dakar. «Me dieron una sorpresa el último día. Cuando salgo de la caravana era de noche y mi mujer estaba escondida con unos amigos que también fueron. Les agradezco a todos, fue una gran alegría». Y también de la rivalidad sana que mantiene con su hijo, Carlos Sainz Jr., haciendo gala de esa mentalidad ganadora que les caracteriza. «Es un poco tontería por mi parte competir con un chaval de veintipico años, pero al golf o al squash me sigo defendiendo. Y en un circuito evidentemente no, aunque en un coche en tierra también nos picamos y nos reímos, pero lo normal entre padre e hijo que uno quiere ganar al otro a lo que sea».