Cuidado capilar en verano: «Si sabes que en agosto se te cae más el pelo, refuerza tu dieta»

VIDA SALUDABLE

Las expertas consultadas remarcan que no lavarse el cabello para evitar su caída es un error, ya que este se va a caer sí o sí; además, la falta de higiene acarrea consecuencias como la posible aparición de dermatitis seborreica
28 jul 2025 . Actualizado a las 09:18 h.Ni en otoño ni en primavera. La estación de mayor caída del cabello es ahora en verano. «En concreto, en agosto», confirma Helena Rodero, farmacéutica especializada en pelo y piel. Tal como explican desde la propia Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), hay épocas del año en las que el pelo se «recambia» más que en otras. Aunque algunas especies mudan todo su pelaje de golpe en una sola época del año, en el caso de los humanos esta «muda» es progresiva. De cada 100 pelos que tenemos, siempre hay de un 12 a un 15 % en fase de recambio, de manera que tardamos alrededor de cuatro años en renovar completamente la cabellera. El problema es que en la caída que se sufre en verano agredimos más al cuero cabelludo, sobre todo con el sol, pudiendo intensificarla: «La radiación solar daña el folículo piloso, que es la máquina de fabricación del cabello», sostiene Rodero.
Así es el ciclo de vida del cabello
El cabello sigue un ciclo de vida en tres fases: anágena (crecimiento), catágena (de reposo) y telógena (de caída). «La primera puede durar de dos a siete años. Cuanto más larga sea esa fase, más largo podrás tener el pelo. Depende de factores genéticos, fundamentalmente, pero se puede acortar por situaciones de estrés, enfermedad, mala alimentación, etcétera», explica. Cuando se produce una pérdida excesiva de pelos en la fase telógena, se considera que se está produciendo una alteración del ciclo de crecimiento. En medicina, se le denomina efluvio telógeno, pero es normal y reversible. De hecho, podría llamarse renovación. En palabras de Rodero, «es como si se sincronizaran las caídas de muchos cabellos a la vez».
Ángela Hermosa, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología y Venereología (Gedet) y dermatóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal, proporciona un dato curioso: «Está estudiado que el día que más se cae el pelo de todo el año es el 8 de agosto. A veces un poco antes o después podemos notar más caída, sobre todo cuando nos manipulamos el pelo, al lavarlo o cepillarlo».
Los factores que pueden influir en que la caída estacional sea más intensa
No se puede evitar una caída que ya está programada, pero sí se puede evitar que esta sea más intensa teniendo en cuenta algunos factores que pueden influir en que esta sea mayor. Así, Rodero menciona posibles déficits nutricionales. «Es importante tenerlo en cuenta porque justamente el hierro es un micronutriente del que solemos tener déficit y uno de los signos es la caída del pelo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de la anemia por deficiencia de hierro en mujeres de países desarrollados es del 10 %; mientras que en Europa, se estima que en mujeres jóvenes oscila entre el 8 y el 33 %. Por lo tanto, podría ser un factor importante en producir caída o empeorar un efluvio telógeno estacional», explica la farmacéutica.
Algunos casos de déficits nutricionales pueden ser derivados por una mala alimentación. «En España particularmente creemos que seguimos una dieta mediterránea que beneficia el crecimiento del cabello por su contenido en antioxidantes y otros micronutrientes. Pero en la práctica no comemos ni las suficientes verduras, frutas, pescados azules o legumbres. Y esto, además de producir déficits nutricionales que provocan que se nos caiga el pelo, no nos prepara para esa época en la que vivimos ahora muy oxidante para el bulbo piloso», amplía. Por lo tanto, la dieta puede amortiguar la caída en verano y mejorar la alopecia androgenética, al igual que la gestión del estrés y el descanso nocturno (el cual se dificulta en esta época).
Además, Rodero remarca que si está siguiendo un tratamiento para la caída con anterioridad, es importante no abandonarlo. «Y si sabes que en agosto se te cae más el pelo y no cumples con una dieta mediterránea, puedes acudir a un complemento alimenticio destinado a aportar y asegurar esos micronutrientes durante esa época; al menos aseguras que el nuevo cabello te vaya a crecer fuerte», amplía.
Los efluvios estacionales, en palabras de Hermosa, suelen durar tres meses. «A veces un poco más, otras un poco menos. No debemos preocuparnos a no ser que extiendan más allá de los seis o si se produce una pérdida considerable de densidad capilar».
Los cuidados del cuero cabelludo
Ambas profesionales aseguran que uno de los hábitos más frecuentes en épocas de caída del pelo estacionales es no lavarse el pelo con frecuencia bajo la falsa premisa de que así, se cae menos. «Da miedo lavarlo. Cuando el efecto es totalmente contrario: hace que desarrollemos dermatitis y esta empeora el efluvio. Al igual que no cepillarlo, es totalmente contraproducente», indica la miembro de la Gedet.
Frecuencia de lavado
La frecuencia de lavado va a depender de cada persona. «Porque no todo el mundo produce la misma cantidad de sebo ni todo el mundo suda lo mismo o hace la misma cantidad de deporte. El pelo hay que lavarlo con la frecuencia necesaria para tenerlo limpio», añade la experta. Por su parte, Rodero recomienda hacerlo diariamente, solo frotando el cuero cabelludo.
¿Es buena opción comprar un champú anticaída? No va a frenar el proceso de renovación capilar, pero este tipo de productos cosméticos sí cuentan con una serie de propiedades que pueden ayudan aportando volumen. «La piroctona olamina (ingrediente común en champús para caspa) tiene la capacidad de mejorar el tratamiento para la caída. Por otro lado, el asegurar la limpieza adecuada del cuero cabelludo evita la oxidación de la grasa del cuero cabelludo y hace el que cabello salga más fuerte», amplía Rodero. En cambio, si tenemos el pelo sensible, lo ideal es utilizar uno suave «y si por el contrario es muy graso, antiseborreico», recomienda la dermatóloga.
El cepillado
Lo ideal es cepillarse el pelo cuando está seco. «Cuando está mojado es cuando más frágil es, porque se hincha de agua la fibra capilar y eso provoca que el pelo sea más frágil. Es cierto que a muchas personas se les enreda mucho y les gusta peinarse mojado. Si se hace eso, es mejor utilizar acondicionadores y peines de púas blanditas para evitar o minimizar la ficción y que no se nos rompa tanto», sostiene Hermosa.
El uso del secador
Las fuentes de calor directas en el pelo pueden dañar la cutícula, haciendo que el pelo sea más frágil. «Pero dejarlo mojado durante muchas horas tampoco es bueno porque el agua puede producir irritación», añade la dermatóloga.
Por lo tanto, el uso del secador, siempre que no sea con una temperatura muy elevada, no es malo. «Si estás en un ambiente húmedo, al secarlo con él puedes pegar la cutícula más y proteger el cabello», indica Rodero, que confiesa que ella en verano opta por el aire frío. Desaconseja totalmente dormir con el pelo mojado, «porque empeora la caspa y la dermatitis seborreica y eso puede empeorar la caída».
No proteger el pelo del sol
Es importante proteger el pelo del sol. Los rayos UV pueden dañar la cutícula del cabello provocando que este se encuentre más seco o quebradizo. Unos signos que muchas mujeres seguro que ya notan a estas alturas de verano. «Debemos protegerlo con protección física, como un gorro, cuando estamos bajo el sol. Podemos utiliza protector capilar solar, pero como el gorro no hay nada», concluye la farmacéutica.