Ana Peleteiro firma un emotivo oro de triple salto en el Nacional de pista corta de Ourense

Ana Peleteiro es la reina del atletismo español. Cada vez que la ribeirense se preparaba para ejecutar un salto, el silencio se hacía en la pista de Expourense hasta que ella daba la orden pertinente. La saltadora de triple fue la encargada de cerrar el tercer Campeonato de España de pista corta que albergó Galicia en un lustro, y lo hizo con el octavo título bajo techo en los últimos diez años, con un mejor salto de 14,32 metros que le asegura el billete para el Mundial de pista cubierta de Glasgow y que es mínima RFEA para los Juegos de París, lo que le abre de par en par las puertas de la cita universal del verano, aunque la mínima de la World Athletics es de 14,55. Además, cerró su concurso con un salto nulo que hubiera rondado los 14,60, la marca que le apuntó Iván Pedroso, su entrenador, antes del certamen.

Ana comenzó fuerte. Con su hija, Lúa, entre el público, su primer brinco la llevó hasta los 14,19 metros, un registro que le aseguraba el oro y le daba confianza, por algo se levantó con el puño cerrado. El segundo intento fue nulo y en el tercero cumplió todos los objetivos con los que había llegado a Ourense: saltó 14,32, mejor marca de la temporada y el pasaporte para plantarse dentro de dos semanas en Escocia.

La marca emocionó a la barbanzana en medio de una atronada salva de aplausos de toda la comunidad atlética. «Sabía que estaba nun bo estado de forma e non me acababa de saír a marca, era como unha presión que tiña aí e quería quitarma de encima para estar tranquila e poder disfrutar da tempada. Era como se tiveses un pequeno muro e non o pasabas, pero agora xa o rompín e podo ir a por máis», dijo Peleteiro de ese momento emotivo tras el concurso. El registro, además, confirmó que vuelve a ser la de antes —como mínimo— y que está para batallas mayores. «Penso que isto está por riba das expectativas. A xente xa me daba por xubilada e estou aquí, dando por saco outra vez», argumentó entre risas.

Con todos los objetivos en el bolsillo, hizo un nulo en el cuarto intento, un salto corto en el quinto (12,94) y antes del sexto, se sentó sobre el tartán para atender las explicaciones de Iván Pedroso. Cuando volvió al pasillo, ya no quedaba nadie en la zona de competición y el foco, más que nunca, se centró en su ritual preparatorio y en un salto estratosférico que habría dejado a todos con la boca abierta. Pero fue un nulo milimétrico. «Vin o vídeo e dixéronme que sería sobre uns 14,60, non me gusta pensar nos nulos, o que me ten é que saír un válido en Glasgow, que é o que realmente conta», señaló sobre su último vuelo del día.

Diez años después

A la conclusión, la organización del evento recordó que en el 2014 Ana Peleteiro habría afrontado su primer campeonato de Sabadell. «No me fagades isto, parece que morrín. É un regalo dicir que levo dez anos», comentaba entre risas. Luego, comenzó el momento ídolo: fotos, autógrafos y el reencuentro con Lúa, que había estado en brazos de su padre y jugando mientras su mamá exhibía su cara más competitiva. «O meu soño é gañar unha medalla olímpica coa miña filla na bancada e cada día estou máis preto», dijo al respecto, una frase que ha convertido en mantra desde el nacimiento de la pequeña.

Antes, tiene una cita importante en Glasgow para cerrar la pista cubierta. «Alí vou estar no meu mellor estado de forma», predijo antes de poner punto y final a su fin de semana más gallego. Ana Peleteiro se marcha convencida que será un buen año. Lo visto en Expourense promete.

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