El apretado calendario futbolístico provoca otro cisma con la Champions como escenario

Oscar Bellot COLPISA

DEPORTES

Jason Cairnduff | REUTERS

Las quejas de Guardiola respecto al mayor descanso que tendrá el Real Madrid antes del duelo de ida con el City avivan un debate sin solución a la vista.

02 abr 2024 . Actualizado a las 15:56 h.

Pep Guardiola volvió a alzar la voz el pasado fin de semana. «¡Jugamos contra el Aston Villa a las 20.15, luego a las 12.30 contra el Crystal Palace el sábado, a las 12:30! Después vamos a Madrid el martes. El Madrid tiene nueve días para prepararse, ¡nueve días! Juegan este fin de semana y no volverán a hacerlo hasta nuestro partido. Me gustaría reflexionar y pedir un día más, porque la diferencia es mucha. Pero no hay posibilidad...». Las quejas del técnico del Manchester City respecto al tiempo extra del que dispondrá Carlo Ancelotti para articular el duelo de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones que medirá al Real Madrid con el conjunto sky blue el 9 de abril en el Santiago Bernabéu han reavivado un debate que viene de lejos y que no tiene solución a la vista: la disparidad de tiempos que provoca un calendario cada vez más exigente y veleidoso, así como su impacto sobre la máxima competición continental.

Llueve sobre mojado

No hay ronda en la que alguien no exprese su descontento por acudir a una cita en el torneo estrella de clubes con menor período de descanso que su adversario. Lo hizo, sin ir más lejos, Diego Pablo Simeone en puertas de la visita que el Atlético rindió al Inter en la ida de octavos de final de la Champions el pasado mes de febrero. «El Inter juega el viernes, nosotros el sábado, pero bueno, tranquilidad. Gracias a la Liga, gracias a la Federación, vamos a seguir tirando para adelante igual», apuntó de forma sardónica el preparador argentino después de que su escuadra doblegase al Sevilla en un choque correspondiente a la vigesimocuarta jornada de Liga celebrado seis días antes de que los rojiblancos volviesen a saltar al ruedo para cruzar espadas con el Las Palmas. Para entonces, los nerazzurri ya habían cumplimentado a la Salernitana y concentraban todas sus fuerzas en el Atlético.

En esta ocasión es la final de la Copa del Rey la que ha provocado un nuevo agravio que no afecta únicamente al Manchester City, sumido de lleno en la lucha sin cuartel por la Premier con el Liverpool y el Arsenal mientras el Real Madrid tiene bien encarrilado el título de Liga, sino que también alcanza a PSG y Borussia Dortmund. Al igual que los citizens, los rivales de Barcelona y Atlético tendrán que batirse el cobre esta semana, a la par que azulgranas y rojiblancos, debido al parón motivado por el torneo del KO, podrán destinar todo su tiempo a madurar el plan con el que acudirán al primer asalto de sus respectivos cruces en la Champions. Así las cosas, el Barcelona, que derrotó a el Las Palmas el pasado sábado, gozará de diez días limpios de partidos para focalizar el litigio con el PSG en el Parque de los Príncipes, mientras el equipo de Luis Enrique disputa dos envites en dicho lapso: con el Rennes este miércoles en semifinales de la Copa de Francia y frente al Clermont el sábado en la vigesimoctava jornada de la Ligue 1. Por su parte, el Atlético, que riñó este lunes con el Villarreal, contará con ocho días completamente despejados en el calendario para estudiar a fondo al Borussia Dortmund, en tanto que el cuadro sajón tiene agendado una complicada cita para este sábado frente al Stuttgart.

Sin sentido

«¡The show must go on!», como diría Guardiola. El preparador de Santpedor se ha mostrado especialmente beligerante con el ritmo asfixiante de partidos que depara la proliferación de competiciones. El negocio está por encima de todo y poco importa la opinión de sus actores estelares, aquellos sin los que la industria se iría al traste pero a cuyas súplicas hacen oídos sordos los patronos. «El calendario no tiene sentido, está demasiado apretado, con demasiados partidos. Hay que evaluar un poco la salud de los jugadores, que son la parte más importante del fútbol. Aquí cada uno piensa lo suyo: LaLiga, la Federación, la UEFA, la FIFA... Los jugadores no cuentan nada para ellos», se quejó Ancelotti poco antes de pleitear la temporada anterior con el Manchester City en semifinales de la Champions. «Como he dicho otras veces, es un calendario que no se puede sostener. Los que lo preparan tienen que mirar lo que está ocurriendo», abundó el pasado mes de noviembre, cuando tenía a su plantilla fuertemente diezmada a causa de las lesiones. «Lo veo bien, ellos tienen un calendario más complicado, es el fútbol moderno. Es obvio que tenemos una pequeña ventaja, pero no va a afectar al partido», acotó cuando le inquirieron acerca de los últimos lamentos de Guardiola el de Reggiolo, que también podría quejarse, no sin razón, de falta de ritmo de su equipo por motivos ajenos a su negociado. Baste recordar, en este sentido, que el Real Madrid encarará la ida ante el City habiendo disputado solo un partido en el espacio de 24 días a causa del parón de selecciones de marzo y el de este fin de semana provocado por la final de la Copa del Rey entre Athletic y Mallorca. Ya se sabe que no es oro todo lo que reluce.