Optimismo español ante su bestia negra

Javier Ortiz de Lazcano MÚNICH / COLPISA

DEPORTES

Lamine Yamal y Nico Williams después de decidir quien bebe primero tras jugar al piedra, papel o tijera
Lamine Yamal y Nico Williams después de decidir quien bebe primero tras jugar al piedra, papel o tijera Wolfgang Rattay | REUTERS

El combinado nacional apelará a su fútbol vertiginoso ante una Francia de cemento armado

09 jul 2024 . Actualizado a las 15:44 h.

Pese a que enfrente está Francia, el mejor equipo de Europa en los últimos años y bestia negra de España en las fases finales, hay un optimismo imposible de ser frenado entre los aficionados del combinado nacional. En la calle se respira que el equipo de Luis de la Fuente es mejor que el de Didier Deschamps. ¿Hay razones para la euforia? Muchas.

España es la única selección que ha ganado sus cinco partidos y es, junto a la eliminada Alemania, la que más goles ha marcado, 11. También es el equipo que más remates ha intentado (102) y el que más balones ha recuperado (230). Ha sido capaz de ganar cuando ha sido superior (Croacia, Italia, Albania y Georgia) y también cuando se ha encontrado con un rival que le ha tratado de tú a tú como Alemania.

La apuesta de Luis de la Fuente por un juego ofensivo, de vértigo y con bandas desequilibrantes, ha dado un resultado muy por encima del esperado. Tiene, además, al mejor mediocentro del mundo, el metrónomo Rodri, y dos extremos, Lamine Yamal y Nico Williams, que causan pánico entre los rivales. Generan tanta incertidumbre que la primera pregunta de la rueda de prensa a Deschamps fue cómo piensa hacer frente a este trío. «Confío en los míos», esquivó el seleccionador francés. Estos tres aparecen rodeados por jugadores que han dado un nivel brillante como Unai Simón, Cucurella, Laporte, Fabián y Dani Olmo. «España es un equipo muy completo. Es el que mejor ha jugado en el torneo», advirtió el centrocampista francés Adrien Rabiot. No pudo echar tantas flores sobre los suyos: «No sé si somos un equipo digno de ver o no, pero estamos en semifinales».

Frente a la exuberancia española, Francia solo ofrece el equipo de mayor poderío físico del torneo y mucho cemento armado. Ha llegado a semifinales con la pírrica producción ofensiva de dos goles en propia meta y otro de penalti. «Si usted se aburre con nosotros, ponga otro canal», contestó Deschamps a un periodista sueco cuando le indicó que la gente dice que el juego francés es tedioso.

De sus figuras Mbappé y Griezmann no ha habido noticias, pero a nadie se le escapa que son balas de plata que pueden ser disparadas en cualquier momento. «No están con las piernas tan frescas» admitió Rabiot. Además, Francia es el paradigma de equipo competitivo capaz de dar un disgusto a cualquiera. Desde que el Mundial de Brasil en 2014 puso fin a la edad de oro española, los galos son la mejor selección de Europa. Esta noche buscan su cuarta final en ocho años tras la de la Euro 16, perdida ante Portugal, y los Mundiales 2018 (campeones) y 2022 (subcampeones). Para colmo, se trata de la bestia negra de España. Se han medido seis veces en fases finales y solo se recuerda un triunfo ibérico (en la Euro 2012 que ganó).

Ausencias

Las ausencias marcan el duelo. De la Fuente debe remodelar la defensa por las bajas por sanción de Carvajal y Le Normand. El entrenador ya ha dejado claro que nadie espere ocurrencias. Jesús Navas se encontrará a sus 38 años y a seis meses de retirarse con la complicada y crucial tarea de frenar a Mbappé, mucho más rápido que él. El sevillano deberá tirar de experiencia e ingenio.

La ausencia de Le Normand será cubierta por el exmadridista Nacho, que ha cumplido a gran nivel hasta el momento. La baja de Pedri, que no volverá a jugar, tratará de paliarla Dani Olmo, que hasta ahora ha sido suplente del canario pero que ha rendido por encima de él. España llega fuerte y con motivos para el optimismo, pero sabe que para ser campeón hay que echar abajo muros de cemento armado tan grueso como Francia.