Tras las protocolarias visitas a la Zarzuela y la Moncloa la selección se citó en Cibeles con una afición que tributó su homenaje a los jugadores, con Morata como maestro de ceremonias
16 jul 2024 . Actualizado a las 00:28 h.El día después de un gran título es siempre el del protocolo y el de la celebración con los seguidores. El combinado nacional puso el epílogo festivo a un campeonato redondo con una jornada para compartir y disfrutar de todo lo conseguido.
La selección española empezó su periplo por la Zarzuela. Uno por uno, jugadores, técnicos, auxiliares y el presidente de la federación saludaron a los reyes, don Felipe y doña Leticia, y la princesa Leonor y la infanta Sofía, ataviadas ambas con una camiseta con el número 10.
El capitán, Álvaro Morata, entregó a su majestad una camiseta con el dorsal 4 (el número de Eurocopas) y la leyenda Reyes de Europa. El monarca trasladó su felicitación al grupo, no solo por el esfuerzo y el título conquistado sino por la manera de lograrlo, «por jugar como jugáis».
La comitiva continuó itinerario hasta la Moncloa. Era el turno de visita al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que trasladó al grupo el agradecimiento por «haber dado la mejor versión de España», también por el «juego limpio y el juego bonito» desplegado. Y finalizó con un deseo: «Queremos más». Morata le hizo entrega de la camiseta con el 4 y los Reyes de Europa.
Tras las visitas a los palacios el protagonismo se trasladó a la calle. Hacia las 19 horas La Cibeles ya estaba muy teñida con los colores de la selección, con la presencia de varios miles de aficionados. Querían una posición de privilegio a la espera de los héroes de la Eurocopa. La mancha de la multitud no paró de extenderse con el paso de los minutos, mientras el autobús descapotado que trasladaba al equipo lo hacía a través de unas calles repletas de seguidores.
Apoteosis final
Pasaba de las 22 horas cuando empezó la apoteosis, la fusión entre los protagonistas y su público. El primero en aparecer, el capitán, Morata, con la Copa. Agradeció el apoyo de los seguidores. También el legado de los que fueron campeones de Europa.
Hizo de maestro de ceremonias para presentar al resto del equipo por orden de dorsal, con la música de fondo elegida previamente por cada uno: el Spiderman David Raya; el jabalí, el pit bull Carvajal; la pesadilla de los delanteros de Europa, Robin Le Normand; alma de torero Nacho; yo soy central, teniente Dani Vivian; con el espíritu de Puyol, Mikel Merino; el delantero defensivo, Álvaro Morata; más largo que un día sin pan, Fabian; el que baja la lavadora con el pecho, Joselu; el que salvó un gol en la línea y no lo había hecho en su vida, Dani Olmo; el tiburón Ferran Torres; el mejor golpeo de la ATP, Grimaldo; uno de los que más ha jugado fuera del campo, Remiro; el mismísimo Laporte; el Topuria español, Álex Baena; balón de oro Rodri; el que podía estar reventando la Eurocopa o haciendo un videoclip, Nico Williams; Martín Zubimendi; cada día te quiero más, Lamine Yamal; el mago, Pedri; con el 48, Oyarzabal; la leyenda, duende de Los Palacios, Navas; da más seguridad que tener el dinero en el banco, Unai Simón; cuidado, Cucurella; el futuro de la selección, Fermín; FIFA Street, Ayoze; el carácter, Gavi. Y, para acabar, manteo del seleccionador, Luis de la Fuente, «que nos ha llevado a hacer historia».