Hemos sacrificado el desfile de la ceremonia inaugural, y la convivencia en la villa, con el objetivo de prepararnos hasta el último instante y llegar a la prueba en el punto máximo de forma. En los últimos días en Sierra Nevada, antes de viajar a París, nos hemos centrado en aspectos muy específicos. Uno ha sido intentar ganar consumo máximo de oxígeno, por eso fuimos a concentrarnos en altura. Eso nos va a ayudar muchísimo. El otro, trabajar mucho las llegadas. Hay muchas probabilidades, viendo las marcas y lo que ha sucedido en los últimos Juegos Olímpicos, que la prueba pueda decidirse al esprint. Por eso he insistido mucho en el trabajo de los metros finales. Otra cosa es que pueda haber un cambio de estrategia en el último momento, para el que también debemos prepararnos, si la carrera se rompe antes de lo que nosotros esperamos. Tenemos expectativas de luchas por la medalla, pero no será fácil. Llegar como subcampeones del mundo hará que nos tengan más vigilados.
A Sharon van Rouwendaal, la actual campeona del mundo, la vimos entrenar en Sierra Nevada. Estuvo concentrada cinco semanas y va pletórica, en un nivel altísimo. No creo que quiera desaprovechar esta oportunidad a sus 29 años. Yo contaría también con la alemana Leonie Beck. Las americanas y las australianas siempre las contemplas, aunque llegan un punto por detrás de las que se entrenan en Europa, y para mí la gran incógnita, porque no las conozco, son las chinas. Tienen potencial para sorprenderte con cualquier cosa.
Jesús de la Fuente es el entrenador de María de Valdés en el Liceo de A Coruña