El piloto español se impuso en el sprint del circuito de Misano, donde Marc Márquez protagonizó otra espectacular remontada
07 sep 2024 . Actualizado a las 18:40 h.El circuito Marco Simoncelli de Misano se encuentra a escasos 12 kilómetros de Tavullia, un pequeño pueblo que no llega a los 8.000 habitantes en la provincia de Pésaro y Urbino, mundialmente famoso por ser la localidad natal de Valentino Rossi. La leyenda del motociclismo mantiene en su patria chica toda la factoría que aún genera su merchandising y el de otros pilotos italianos, además de tener una pizzería con su nombre y el Ranch. Una pista de tierra, epicentro de la Academia VR46, a la que pertenecen toda una generación de pilotos italianos, entre ellos Pecco Bagnaia, Franco Morbidelli, Marco Bezzecchi y Luca Marini, todos ellos en moto GP.
Este clan italiano entrena casi todas las semanas en el circuito de Misano, con motos de producción preparadas para la competición, y todos cada milímetro de este trazado. Son los favoritos cada vez que el campeonato llega a esta pista y no había más que mirar la primera fila de la parrilla para comprobarlo. Por la mañana, Bagnaia había logrado la pole con suficiencia, por delante de Morbidelli y Bezzecchi. Mientras, Jorge Martín se conformaba con la cuarta posición, una fila por detrás, y afrontaba el sprint con la intención de perder los menos puntos posibles con respecto a su rival. Todo cambió con una salida estratosférica del español, que antes de llegar a la primera curva se había deshecho de los tres italianos. «No esperaba pasar a los tres en la salida y cuando me he puesto primero he tenido que cambiar los planes, pero tenía muy claro lo que había que hacer y la estrategia yendo primero». Y es que el estrecho y revirado trazado de Misano no facilita precisamente los adelantamientos con las MotoGP. Martín no tenía que cometer errores, pero tampoco se podía permitir bajar el nivel porque durante toda la carrera llevaba a Bagnaia a rueda.
Tras trece vueltas sin errores, Jorge Martín cruzó la línea de meta en primera posición y ponía fin a una racha de seis segundos puestos consecutivos entre sprints y carreras. Con este triunfo, el de San Sebastián de los Reyes aumentaba en tres puntos más ventaja con Bagnaia, para irse a los 26 de renta. O lo que es lo mismo, que pase lo que pase en la prueba larga del domingo, Martín saldrá líder de este Gran Premio de San Marino. La segunda posición de Bagnaia le dejaba completamente frustrado. «Tenía potencial para ganar, así que esta segunda posición no me deja satisfecho», y el bicampeón de MotoGP explicaba lo difícil que es pasar en Misano. «En esta pista cuando vas detrás de un piloto que tiene el mismo ritmo que tú es imposible adelantarle a no ser que él cometa un error. Y al final he tenido que rendirme para evitar ser yo el que cometiera un error y caerme». Lección de Márquez a Acosta Martin arruinó la fiesta de Misano, ya que Franco Morbidelli y Enea Bastianini acabaron tercero y cuarto en lo que podía haber sido un triplete épico del motociclismo italiano. Sí lo fue de Ducati en casa, copando las cinco primeras posiciones, gracias al adelantamiento in extremis de Márquez a Acosta en la última vuelta. El de Cervera firmó un sábado agridulce para él, por culpa de una caída en la calificación que le hacía partir noveno en parrilla. «He destrozado mi fin de semana con ese error de la Q2. Venía en una vuelta que habría colocado en segunda línea y a falta de dos curvas me he ido al suelo. Saliendo desde tercera línea mis opciones, tanto en el sprint como en la carrera del domingo, se han visto ven muy penalizadas; aunque hoy hemos salvado el día con este quinto puesto».
Márquez podría haber estado con Martín y Bagnaia, pero tuvo que remontar desde atrás, y al menos puso el espectáculo a la carrera con cuatro adelantamientos de mucho mérito a Bezzecchi, Miller, Binder y el último a Acosta a falta de cuatro curvas. Una frenética pasada a 267 km/h, en uno de los puntos más rápidos del circuito italiano, que pilló desprevenido al Tiburón de Mazarrón. El murciano sale de este sábado con una lección bien aprendida: Si lleva a Márquez pegado a rueda en la última vuelta, ya sabe que siempre lo va a intentar. Acosta, sexto, fue la primera moto no Ducati y ganó la batalla de las KTM por delante de Binder y Miller. Mientras que Fabio Quartararo, con la Yamaha, acabó noveno y se llevó el último punto en juego de este sábado.
También se celebraron las calificaciones en las categorías pequeñas. En Moto2 el italiano Tony Arbolino consiguió la pole por delante de su compatriota Celestino Vietti y del nipón Ai Ogura, con Arón Canet, cuarto, como mejor español. Y en Moto3, la pole fue para el líder del campeonato, el colombiano David Alonso, que aventajó en cuatro décimas a Luca Lunetta y a Iván Ortolá, que le acompañarán en primera fila.