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Nos visita el Tenerife, que lleva una racha de 4-1. Solo perdió contra el Barcelona en su pista y comparte el liderato con el Unicaja, aunque tiene el partido del Valencia aplazado. El jueves recuperó en Lugo el que se había suspendido, ganando al final 78-79 en un duelo que dominó.
Es un equipo que en los últimos años mantiene el bloque, lo que hace que tenga una dinámica con muchos mecanismos adquiridos. Muchos minutos con dos bases en pista, Bruno Fitipaldo y Marcelinho Huertas, que vive una segunda juventud. Son muy buenos en el dominio del tempo del partido, con una excepcional lectura del bloqueo directo central y recursos si los persiguen o si los esperan en la salida del bloqueo.
En la posición de escolta no podrán contar con Jaime Fernández, con una lesión de larga duración. Está siendo el principal referente el alemán Kramer con un 55 % en sus lanzamientos de tres puntos. Thomas Scrubb, hermano del jugador del Leyma, ocupa la posición de alero, un jugador que es el más utilizado por Vidorreta en este inicio liguero con mucho trabajo en los intangibles. Está la duda de Joan Sastre, con lesión de tobillo.
Abromaitis y Doornekamp abren mucho el campo con sus lanzamientos más allá del 6,75, y realizan un gran trabajo de rebote. En la posición de cinco, Fran Guerra está en un fantástico momento de forma en este inicio de temporada, con más minutos que el georgiano Shermadini.
Ambos realizan una gran lectura del bloqueo directo, combinando el roll short para generar pases a la esquina con otras continuaciones al aro que generan muchos puntos. El La Laguna es un equipo que gestiona muy bien cada posesión. Es el segundo mejor en eficiencia de tiro, yendo mucho a la línea de 4,60 (anotan 20 tiros libres de media por partido).
Por su parte, el Leyma debe dar su mejor versión aprovechando el Efecto Coliseum: poner mucho ritmo, buscar muchas posesiones e ir desgastando al rival poniendo mucha energía para llegar al final con opciones, pues el paso de los minutos le favorecerá. Habrá que reducir el número de faltas y evitar los tiros libres del contrario, aunque será difícil pues enfrente está uno de los equipos más trabajados tácticamente.
Recuperar el dominio del rebote, que perdimos en el último partido en casa del Barcelona y seguir compartiendo mucho el balón, dando ese pase más para favorecer las canastas fáciles. Romper esa conexión aurinegra base-pívot a partir del bloqueo central se antoja crucial para el devenir del encuentro. Posiblemente veamos muchas situaciones semejantes en el aro contrario, buscando condicionar el juego de sus pívots para estén exigidos defendiendo. Bonita guerra táctica se nos avecina.